CÚCUTA.- Luego de 24 años de haber vivido el episodio más difícil de la vida, al perder parte de la familia y ser despojado, junto a los hijos, de la finca, Roso Evelio Galvis Hernández, por primera vez, siente que el Estado ha reparado algo de lo que perdió en esa época, con la restitución de la tierra, de los derechos y de la vida en el campo.
La historia ocurrió en la vereda Campo Alicia (El Zulia), en la época en la que incursionaron los paramilitares. Luego de varias amenazas a los pobladores, un hermano y un sobrino de Roso Evelio fueron asesinados por las autodefensas. Esto originó la huida del resto de familiares hacia diferentes puntos de la región.
“La familia tuvo que dispersarse y perdimos la comunicación. Nos mandaron a decir que todo lo que oliera a los de apellido Galvis, era mejor que se fueran, porque iban a correr la misma suerte”, relató.
La familia presentó ante la Unidad de Restitución de Tierras (URT) la solicitud para recuperar el predio. Años después, la sentencia proferida por un juez especializado ordena a la entidad la entrega simbólica de la propiedad.
Profesionales de la Dirección Territorial Norte de Santander de la URT entregaron a Roso Galvis y al hijo el documento oficial que los señala como beneficiarios. Recibieron las cinco hectáreas de la finca y un proyecto productivo de café. La vocación campesina les permitirá el cultivo del grano para el sustento económico.
“Vamos a mejorar la técnica, para que tengamos un recurso agregado a lo que sabemos hacer. Mientras empieza a germinar, también tenemos un proyecto de asistencia técnica alimentaria de gallinas ponedoras”, expresó el nuevo beneficiario.
La Unidad postulará a esta familia a programas de subsidio para mejoramiento de vivienda, ante el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio, y le abrirá la oferta institucional del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), para que accedan a la preparación técnica y potenciar sus habilidades.