BOGOTÁ.- Es decir, tuvieron que disminuir la cantidad y la calidad de los alimentos consumidos debido a la falta de dinero y otros recursos. Este problema se agudiza cuando se analiza en contraste con la situación de inseguridad alimentaria que enfrentan los hogares de las zonas rurales (32,5 %) y en determinados grupos poblacionales, como la indígena (46,3 %) y la afrocolombiana (40,7 %).
En 26 territorios PDET del país, en los cuales FAO hace presencia por medio del convenio establecido con la Agencia de Renovación del Territorio de Colombia (ART), avanzan las jornadas de incidencia para abordar los temas de Derecho Humano a la Alimentación, agroecología, compras públicas y planes maestros de estructuración.
La zona PDET de El Catatumbo, en Norte de Santander, está compuesta por Convención, El Carmen, El Tarra, Hacarí, San Calixto, Sardinata, Teorama y Tibú.
La estrategia pretende incluir estas temáticas en los planes de desarrollo municipal. El objetivo es que temas relevantes de la política pública sean implementados por los tomadores de decisiones locales.
La iniciativa se desarrolla en el marco del proyecto entre ART y FAO que busca “implementar actividades de desarrollo económico, derecho humano a la alimentación y fortalecimiento de capacidades institucionales, comunitarias y organizacionales que aporten al cierre de brechas en la transformación de los territorios PDET”.
La acción aporta al desarrollo rural integral sostenible y hace que el hambre cero (ODS 2) también sea una realidad para agricultores locales que cultivan y cosechan los alimentos. Es una invitación para que se contemple el fortalecimiento de la producción sostenible de alimentos, como contribución a la apuesta nacional de avanzar en la garantía progresiva del Derecho Humano a la Alimentación Adecuada, uno de los ejes principales del Plan Nacional de Desarrollo.