LA GRITA – (Venezuela).- Treinta hombres recibieron el sacramento de la ordenación diaconal en el Santuario Diocesano de La Grita. A partir de este momento están consagrados al servicio del pueblo de Dios y son expresión de la gracia de Dios para con la Iglesia Local.
La eucaristía solemne estuvo presidida por monseñor Mario Moronta, obispo de San Cristóbal (Venezuela). Miles de fieles llegados de las distintas comunidades eclesiales y sacerdotes del presbiterio diocesano acompañaron el acto. Los iconos religiosos del Táchira, tallas originales del Santo Cristo de La Grita y Nuestra Señora de La Consolación, fueron llevados al templo.
En el libro de los Hechos de los Apóstoles, capítulo 6, los diáconos aparecen como colaboradores de los Apóstoles. Desde los tiempos apostólicos y hasta los inicios de la edad media, se desarrolló el Diaconado como ministerio estable en las Iglesias locales.
A partir de la edad media hasta el Concilio Vaticano II, solo se lo consideró un paso necesario para acceder al presbiterado. A partir de 1965, luego de la renovación eclesial, se tomó la decisión de instaurarlo como opción para los laicos y recibió la denominación de Diaconado Permanente.
Monseñor Moronta explicó que la ordenación diaconal “es una expresión de la gracia de Dios con la cual podemos experimentar de nuevo la acción del Espíritu Consolador, quien elige y consagra a los llamados”. Resaltó que no se trata de un acto protocolar, ni tampoco la promoción de profesionales o gerentes de lo religioso.
“Veamos en estos 30 nuevos Diáconos y su ministerio, el Rostro Sereno del Cristo de los Milagros, en cuyo nombre edificamos todos juntos el Reino de justicia, paz, libertad, reconciliación y amor. Que María del Táchira los proteja con su maternal intercesión”, expresó el Obispo.