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CÚCUTA.- Los gastos en impuestos predial, vigilancia y servicios públicos, sin estar en uso llevaron a tomar la decisión de vender dos inmuebles que pertenecen al departamento. Las edificaciones acusan deterioro, están deshabitados y dan muestras de abandono.
En mesa de trabajo se concertó la necesidad de vender esas propiedades que no dan rendimiento para el Instituto Financiero de Norte de Santander. El gerente de Ifinorte, Arnulfo Sánchez explicó por qué se ponen a la venta, aunque no especificó el monto que se recaudará ni el destino que tomarán esos recursos.
La antigua sede de la Caja de Previsión Departamental (avenida 4 entre calles 14 y 15) está entre las solicitudes. En una época sirvió a la Secretaría de Educación del Departamento y luego pasó a esta entidad. De un tiempo para acá está desocupada y está en completo descuido.
El segundo de los inmuebles hace parte del edificio que sirvió a la biblioteca pública (calle 9 entre avenidas 3 y 4). Luego, la Sociedad de Mejoras Públicas tuvo su sede ahí. Después, recibió en un tiempo a los desmovilizados de las AUC. El Sisben, también, aprovechó esas instalaciones para atender a los afiliados al Sisben. Durante los últimos 16 años, albergó a los habitantes de calle registrados en la Fundación El Camino.
Martín Manzano, director de la entidad, preparaba la entrega, escoba en mano, para medio recolectar los desechos que hay en la primera planta y el sótano. El segundo y el tercer piso son propiedad de la Alcaldía.
“Hemos solicitado la autorización para ponerlos en venta”, dijo Arnulfo Sánchez. “Hemos adelantado algo”, con las administraciones departamental y municipal.
En poco tiempo, cambiará la fachada de los edificios, llegarán nuevos propietarios y servirán a otros intereses económicos. Hasta ahora, comienza la ronda en la que se escucharán propuestas y ofertas para bajar el martillo en favor del mejor postor.
El gerente de Ifinorte, Arnulfo Sánchez, también, informó que se hizo el estudio jurídico de otros bienes y se concluyó que no requieren autorización, porque se recibieron como dación de pago. “Deudores con Ifinorte no tuvieron en efectivo y entregaron los bienes. Tenemos que venderlos para recuperar ese capital”. Algunos de esos lotes están en El Rodeo, El Edén, Villa del Rosario y Chinácota.
Otra buena nueva que entregó es que “la recuperación de cartera ha mejorado”. A principios de mes se frenó, pero en los últimos días retomó el ritmo. Para alcanzar ese éxito, “hemos potenciado nuestro equipo jurídico, hemos trabajado los fines de semana para mirar cómo llegar a los que están en deuda, hemos cuadrado citas y nos hemos sentado y hemos reactivado los ingresos de esos dineros que estaban en el olvido”.
Las carteras se convierten en deudas de difícil cobro cuando el incumplimiento supera los 365 días. Para completar la sonrisa, Sánchez Dueñas dijo que. En el reciente encuentro, varios alcaldes mostraron interés por trabajar con Ifinorte.
- El Tarra. Financiación de $ 1200 millones para la compra de un lote para construir la sede de la Alcaldía y adquisición de maquinaria amarilla
- Trabajo con las juntas comunales en vías terciarias y cámaras de seguridad.
- Cáchira. Compra de un compactador.
