El Estado debe garantizar la autonomía de los medios y garantizar la actividad de los periodistas, dijo el vicepresidente Angelino Garzón en desarrollo del foro internacional ‘Medios de comunicación y justicia transicional’ que se reunió en Bogotá.
Expresó que entre los deberes de los comunicadores está guardar los principios de defensa de la verdad y a la información objetiva y verídica; ser constructores de cultura democrática y convivencia pacífica, y tener claro que el derecho a pensar libremente es de todos los ciudadanos.
En la actividad, promovida por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia (MAPP), la Organización de los Estados Americanos (OEA), la agencia alemana GIZ y la Oficina de Poblaciones Vulnerables (Usaid), participaron periodistas de diferentes regiones del país.
El trabajó se basó en tres mesas de discusión acerca del rol del periodista en contextos de transición, la agenda informativa en contextos de transición y seguridad y garantías de cubrimiento.
Garzón reconoció que la justicia transicional no se hace en un país en paz y sostuvo que en Colombia hay “resistencia de organizaciones que tienen gran capacidad de hacer daño”. El proceso de reparación es un derecho que tienen las víctimas de la violencia irracional que lleva 60 años en el país, y que ha generado más de un millón de muertos, miles de secuestrados, torturados, desaparecidos y despojados de la tierra.
El Estado y la sociedad tienen una deuda con las víctimas y deben ser solidarios. “Desde los más azulitos hasta los más rojitos fuimos más bondadosos con los victimarios que con las víctimas. Sospechábamos más de las víctimas que de los victimarios”.
Al referirse a la Ley de Víctimas dijo que el proceso de reparación no significa que se hayan acabado la violencia y el conflicto. Recordó que los cuatro millones de víctimas reclaman más justicia, mientras el resto de los colombianos demandan más paz y tranquilidad.
“La paz no se hará con monjitas de la caridad sino con guerrilleros, paramilitares, bandas criminales y corruptos”. Dijo que la justicia transicional tiene como objetivo estimular el camino y facilitar mecanismos para la desmovilización.
Manifestó que en el conflicto armado colombiano las características se han degradado y la ideología se perdió.
El vicepresidente Angelino Garzón enfatizó que a los victimarios hay que sancionarlos, más que perdonarlos, y dijo que una sanción es que pidan perdón en público y que se comprometan a no cometer delitos nunca más.
Entre tanto, a las víctimas les dijo que la reparación no consiste en estimular odios y venganzas. “Me produce horror que haya gente estimulando a las víctimas para que odien”.
DEBATE A LOS UNIVERSITARIOS
El vicepresidente Angelino Garzón se refirió a los últimos hechos en los que ha participado la comunidad universitaria y dijo que hay que abrir un debate, porque el derecho a la protesta no puede estar acompañado de prácticas oscurantistas y rechazó el uso de capuchas por parte de los manifestantes.
“La capucha es sinónimo de represión”, dijo con vehemencia, y agregó que detrás de ese elemento se ha perseguido hasta la muerte, los fascistas quemaron libros y se persiguió a los negros en Estados Unidos.
“Los estudiantes deben rechazar el uso de la capucha en las protestas”, manifestó Angelino Garzón, que compartió la mesa principal con Rickard Norgren, subjefe de la MAPP/OEA; Danielle Reiff, subdirectora de Usaid, y Andreas Forer, director de Profis/GIZ.
RAFAEL ANTONIO PABÓN
Fotos: MANUEL NEIRA