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CÚCUTA.- La premonición del Cacique Motilón se cumplió. En el descanso del primer tiempo, cerveza en mano, afirmó que el Cúcuta Deportivo necesitaba otro gol para asegurar el triunfo. En los primeros 10 minutos de la segunda parte se convertiría el tanto, porque el viento soplaba a favor.
Suaza, a los 54 minutos, complementó el camino que abrió César Arias (34’) y que remató Núñez (56’). Orsomarso estaba liquidado. Fueron 120 segundos intensos, en los que el visitante no salió del asombro y quedó maltrecho con esos tantos seguidos. No valieron las indicaciones desde el banco ni las señas en el terreno de juego. Todo estaba consumado.
Qué diferencia cuando todo sale bien. Cuando las jugadas se tejen y hacen vibrar a los asistentes, al punto de entonar ese ‘oooooleeee, oooooleee’ que envalentona al que lo recibe como apoyo y que enfurece a quien se lo dirige a manera de desafío. Los pases comenzaron en la defensa se pasearon por el medio del campo y llegaron a la línea de ataque.
Qué distinto es el comportamiento de los aficionados cuando el once motilón lleva la delantera en el marcador. Los cánticos tienen como significado el respaldo, no la crítica ni la ofensa. Los coros de hace años suenan actualizados y motivan a los futbolistas, que corren, se entregan y sudan la camiseta, como les gusta a los asistentes.
Antes del encuentro los integrantes del once motilón recibieron en el camerino una visita que los hizo cambiar de actitud. Hasta el vestidor llegó la inspiración espiritual y las palabras de aliento para salir al terreno de juego con una predisposición positiva. Tenían en la mente las palabras del padre Maldonado y a fe que pusieron atención a la invocación divina para que echara esa manito que tanto necesitaban en el General Santander.
Después de 10 partidos, el cuadro rojinegro ocupa la posición 12, con 12 puntos de 30 disputados. El rendimiento de los dirigidos por Aquivaldo Mosquera llega al 36 por ciento, bajo para las ilusiones de los hinchas que quieren volver a la primera categoría. En el apartado de goles ha anotado 12 y le han convertido 11.
El último del grupo de los ocho es Llaneros, con 14 puntos. Esta situación alimenta la esperanza de estar en la disputa del título y del ascenso, al final del año. Juegan en contra de esos anhelos los dos partidos siguientes, en los que visitará a Huila (14 puntos) y Quindío (19 puntos).
Luego, volverá a casa para recibir a Cartagena (13) y Tigres (13), con Atlético (15) en medio. No está fácil para Agudelo y compañía, porque se perdieron cuatro partidos (12 puntos).
