CÚCUTA.- “No pude contener mi llanto, cerrando los ojos me puse a llorar”. La escena la canta King Klave (Los hombres no deben llorar) y la vivencia la tuvo Jonathan Agudelo, el goleador del Cúcuta Deportivo, en el último partido en casa. Al minuto 63 ordenaron el retiro de la cancha, se levantó la camiseta y estalló en sollozos.
En enero de 2020, cuando viajó en calidad de préstamo a Gimnasia y Esgrima (Argentina), alcanzó el máximo valor en el mercado futbolístico. El pase fue tasado en 950.000 euros, según transfermarkt.co. Esta alta cotización le abrió las puertas del balompié israelí. Hoy, el precio ha bajado ostensiblemente y llega a 250.000 euros.
En el Torneo II no ha contado con suerte frente a los arqueros. Su potencial es ser delantero y marcar goles. En el segundo semestre ha anotado dos, a pesar de las oportunidades que ha tenido. Quizás, esa frustración explotó el 16 de septiembre, al ser remplazado por Peralta.
Agudelo tiene 30 años, es el capitán rojinegro, es el encargado de los goles así lleve el 32 al a la espalda, el referente del equipo, es el modelo que los niños desean imitar, es Jonathan. Por eso el desconsuelo al momento de ver que el tablero anunciaba que debía abandonar el terreno de juego.
En las fotos mostradas en Facebook se lo ve inconsolable. Esas imágenes despertaron la solidaridad de los aficionados que le enviaron mensajes consoladores:
- Tranquilo goleador, esta sequía pronto pasará (Cruz Calderón)
- Goleador, usted es el mejor (José Ospina)
- Ánimo goleador, eres grande (Mary Briceño)
- Esas son lágrimas de valiente (Mariana Velásquez)
- El miércoles romperá esa racha (Diomar Boterito)
De 11 partidos posibles, ha participado en 8, ha marcado 2 goles, ha sido cuota inicial en el 64 % de las presentaciones y ha jugado 62 % de los minutos que ha disputado el Cúcuta Deportivo.
Las lágrimas ¿serán por “celos y angustia”, como canta King Klave?
RAFAEL ANTONIO PABÓN