
CÚCUTA.- Meses atrás, en la esquina de la avenida primera con calle 14 funcionó un restaurante y luego un negocio de billares. Por razones desconocidas, el inmueble quedó abandonado y a la merced de los vándalos que lo han desmantelado poco a poco.
El otrora próspero lugar comercial está convertido en sitio de porquería, desde donde se despiden olores desagradables provocados por la suciedad, la porquería que dejan los habitantes de calle, la basura que arrojan a lo que fue el comedor y la asquerosidad producida por los desechos humanos.
Transitar por el andén es someterse a soportar la hediondez y sentir ganas de trasbocar. Solo los dueños de esa inmundicia son capaces de vivir ahí.
La casa es vecina del Museo de Norte de Santander y de Cúcuta, y la fetidez se cuela hasta molestar a los asistentes a exposiciones en la sede cultural.