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María Félix fue mucho más que una actriz, es el ícono de una generación de mexicanos y referente mundial de la belleza femenina. El temperamento y el gran talento histriónico la catapultaron a la fama desde muy joven. Por estos días se cumplen 99 años de nacida y 11 de fallecida. El algún lugar de la red la encontramos.
¿Nombre?
María de los Ángeles Güereña
¿Ciudad y fecha de nacimiento?
Álamos, 8 de abril de 1914. En el rancho El Quiriego.
¿Profesión?
Actriz cinematográfica mexicana.
¿Cualidades?
Dotada de una enigmática belleza latina.
¿Qué incluye su filmografía?
Melodramas campesinos y revolucionarios, dramas urbanos y adaptaciones de novelas realistas y naturalistas.
¿Su mejor papel?
Cuando encarnaba a una criatura altiva y desdeñosa que se rebelaba ante el sometimiento de la mujer al macho arrogante. A medio camino entre la devoradora de hombres y el ideal de la beldad inalcanzable, representé, como nadie, el arquetipo de la mujer fatal.
¿Estado civil?
Casada con el compositor Agustín Lara, con el cantante y actor Jorge Negrete y con el banquero francés Alexander Berger.
¿Quién la descubrió para el cine?
El director Miguel Zacarías, quien intentó y logró potenciar aquella “apasionada frialdad” que caracterizaba mis actuaciones.
¿En qué año debutó en la gran pantalla?
En 1942. Interpreté la película El peñón de las ánimas, que inició la lista de los filmes en los que compartí reparto con quien sería más tarde mi tercer marido, Jorge Negrete.
¿Lugar de trabajo?
Toda Latinoamérica y Europa, sobre todo en España, Francia e Italia, donde alcance gran popularidad.
¿Quién fue Fernando Palacios en su vida?
El realizador que me hizo estudiar arte dramático. Con él conseguí mi primer éxito importante, en La mujer sin alma (1943), filme en el que tomó cuerpo mi arquetipo de mujer bella y altiva.
¿Y Doña Bárbara?
En 1943, se me adjudicó el papel estelar de la cinta Doña Bárbara, basada en la adaptación de la obra de Rómulo Gallegos y dirigida por Fernando de Fuentes. En esa película interpreté a una mujer soberbia, dominante, cruel, la clásica “devoradora de hombres”.
¿Qué premios ganó?
La Academia Mexicana de Ciencias y Artes Cinematográficas me otorgó el Premio Ariel a la mejor actriz, en tres ocasiones: en 1947, por Enamorada; en 1949, por Río Escondido (ambas películas, al igual que Belleza maldita, dirigidas magistralmente por Emilio Fernández el Indio), y en 1951, por Doña Diabla.
¿Cuáles películas recuerda?
Huy, muchos títulos de películas. Fui la inolvidable protagonista de Enamorada, La diosa arrodillada, Río Escondido, ¡Que Dios me perdone!, La monja alférez, Amok, Mare Nostrum (1948), Hechizo trágico (1954), La Bella Otero (1954) y Los ambiciosos (1959), uno de los filmes que realizó el aragonés Luis Buñuel en su fértil etapa de exilio mexicano. Completarían la lista Juana Gallo (1961), La Valentina (1964), La casa de cristal (1967), La Generala (1970), Eterno esplendor (1978).
¿Cómo la apodaron?
Tuve tantos apodos como aventuras en la vida. El más famoso es La Doña, que gané a partir de Doña Bárbara. María Bonita me decían mis amigos después de escuchar la canción que me compuso Agustín Lara. La Mexicaine, me apodaron en Francia cuando llegué a Europa para hacer algunas películas. Después de verme en pantalla me llamaron la Plus Belle Femme du Monde (la mujer más bella del mundo).
¿Una frase que dijo y le gustó?
“Nunca he criticado a las lesbianas ni a los gais. Lo que hace la gente de la cintura para abajo son sus historias, no las mías”.
¿Cuándo murió?
Qué feo recordar eso. El 8 de abril de 2002, justo cuando cumplí 88 años.
Texto adaptado del artículo publicado en www.biografiasyvidas.com con apoyo en excelsior.com.mx
RAFAEL ANTONIO PABÓN
