CÚCUTA – Un abrazo y un beso recibieron de entrada los niños que llegaron acompañados por los padres al coliseo del barrio Claret, Ciudadela Juan Atalaya, para celebrar el Día del Niño. Luego, pusieron las mejillas para que les pintaran figuritas. La alegría continuó al recibir balones, corazones y flores. El punto de máxima felicidad llegó con el espectáculo canino.
Los pequeños cumplieron la cita a las 2:30 de la tarde. De inmediato se dispusieron para participar en los juegos, las actividades de recreación y lúdicas, actos culturales, prácticas deportivas y literatura. La organización corrió por cuenta del programa Familia, Mujer, Infancia (Fami).
La programación inicio con la oración. Niños y padres agradecieron a Dios por la festividad, la responsabilidad de los adultos para criar a los hijos con valores morales y prácticos que les sirvan para la vida.
‘Toti’ de la raza Cocker Spaniel; ‘Tomás’, Golden Retriever; ‘Zeus’, un dálmata, y el criollo ‘Roky’ saltaron obstáculos y obedecieron a los domadores para el deleite de chicos y grandes. El director de los guías caninos explicó sobre los cuidados que se tienen con los animales. Lo asistentes atendieron las indicaciones sobre cómo tratar a las mascotas, porque son fieles al hombre y dan ejemplo de responsabilidad, gratitud y cariño.
También, habló de las acciones mínimas para conservar el agua, cuidar el medio ambiente, no contaminar el planeta y no destruir la naturaleza.
Doralba Rodríguez, representante legal de Fami explicó que los niños asociados al plan reciben atención para mejorarla nutrición, brindándoles integración y modales para que sean vigorosos y tengan buenas costumbres que les sirvan para el crecimiento.
Los beneficiados con el programa viven en los barrios Tucunaré, El Paraíso, Antonia Santos, La Ermita, Motilones, Ospina Pérez y Antonio Nariño. La mayoría forman parte de familias desplazadas por la violencia.
Yesid Portilla Reina gozó con el brinqui brinqui al lado de decenas de niños. Se divirtieron en forma saludable, rieron y dieron vueltas. Al final, solo tuvo palabras de agradecimineto. “Que diversión, todo es tan bonito. Cuándo nos volverán a traer un inflable de estos. Bendiciones a Dios que mi tía me trajo a esta encantada y linda fiesta’’.
Los niños entonaron los cantos ‘Arroz con leche’, ‘En el bosque de la china’ y ‘Que canten los niños’. El público aplaudió para estimular el ánimo artístico. Los agentes de la Policía vigilaron alrededor del parque y en las entradas de la cancha para ofrecerles seguridad a los chiquillos. Las intervenciones musicales les llegaron al corazón y los pusieron a pensar en que son el futuro del país, por lo que merecen respeto, efecto y protección. La decoración estuvo llamativa. Bombas de colores con el lema ‘Vivan los niños’, cintas resplendentes y carteleras con mensajes artísticos.
La marcha final comenzó a las 5:30 de la tarde. Todos recibieron gaseosa, torta, dulces, galletas, chitos, bombones, masmelos, barriletes, pipas y chicles. Participaron en la rifa de pelotas y alcancías, recibieron juegos didácticos, rompe cabezas, dominós, armatodo, plastilina y lazos. Al concluir la jornada regresaron a casa, dichosos, felices y agradecidos por los detalles.
DIANA PEÑARANDA
Estudiante de Comunicación Social
Universidad de Pamplona
Campus de Villa del Rosario