El junio 25 de 1898, nació Camilo Daza Álvarez, en Pamplona (Norte de Santander), precursor de la aviación en Colombia, en el hogar conformado por Antonio Daza y Elisa Álvarez.
La hazaña de los hermanos Wright lo inspiró para intentar volar. Tenía 12 años. Un armazón le sirvió de alas para lanzarse al vacío, en la casa campestre. Los resultados no fueron los mejores y pudieron haberle costado la vida. Fue la primera experiencia en el aire. Luego, vendrían las que le dieron gloria.
Las penurias económicas lo llevaron hasta Estados Unidos, donde se graduó como piloto aviador. La impronta de colombiano sorprendió en el primer vuelo solo. El avión se quedó con una rueda y así aterrizó para asombro de quienes debían juzgarlo.
Regresó a Colombia, en 1920. De inmediato impulsó la fundación de la Sociedad Nortesantandereana de Aviación. Como propietario del biplano Curtiss JN-4, llevó a cabo numerosos vuelos regionales. El recorrido de mayor trascendencia fue el del 16 de marzo de 1923. Tras superar los riesgos de la topografía culminó con un aterrizaje forzoso. Sobrevivió.
Reparó la nave para ampliar los viajes a Bucaramanga y Chiquinquirá. En Bogotá estableció la base de operaciones, adelantó vuelos diarios y transportó pasajeros ansiosos por tener experiencias en las alturas.
El 12 de octubre de 1925, fracasó al intentar el despegue nocturno. El avión se incendió y emergió de entre los escombros. Milagro. Ingresó a la Aviación Militar Colombiana con el grado de subteniente. Era experto instructor de vuelo y avezado piloto de transportes aéreos.
Participó en las escuadrillas de guerra que defendieron la soberanía nacional de la invasión de Perú a Leticia, entre 1932 y 1933. Al comando de la escuadrilla de la Escuela de Aviación, trazó aerovías en Norte de Santander, Santander y Llanos de Oriente.
Creó la empresa aérea comercial en los Llanos Orientales y luego la escuela de aviación ABC, en cercanías de Bogotá. Publicó el manual de su autoría sobre el arte de volar. En 1942, volvió a vestir el uniforme de la Aviación Militar, tenía el rango de mayor. Fue designado inspector de bases aéreas, cargo en el que cumplió con la organización técnica de las unidades operativas.
Dirigió el Centro de Instrucción Aérea, donde se graduarían varias promociones de pilotos que entraron a las filas de las empresas comerciales del país. Pasó a la actividad civil con el grado de teniente coronel. Impulsó la expansión internacional de los vuelos hacia Cuba y Venezuela, y propugnó por la construcción de aeropuertos en Bogotá, Barranquilla, Cartagena y Cúcuta.
El 20 de julio de 1956, se le confirió el título de piloto de helicópteros en la Fuerza Aérea. Después, el gobierno nacional lo nombró director técnico para las obras de construcción del aeropuerto internacional El Dorado.
Próximo a cumplir 63 años, superó la barrera del sonido en vuelo, invitado por el comandante de la escuadrilla acrobática de la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Luego, obtuvo el grado de brigadier general de Aviación, en categoría honoraria.
Murió, el 18 de marzo de 1975, en el Hospital Militar de Bogotá.
Adaptación de la Biografía tomada de la Gran Enciclopedia de Colombia del Círculo de Lectores, tomo de biografías.