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CÚCUTA.- Bazar la Sexta, nombre que para muchos cucuteños es desconocido. Los recientes desalojos de los vendedores informales por parte de la fuerza pública, han permitido que el pequeño centro comercial sea anunciado como posible medida de apoyo a la reubicación.
La inestabilidad de los comerciantes callejeros para ejercer el oficio llevó al alcalde Donamaris Ramírez a pensar en el Parque Lineal y los centros comerciales Las Mercedes, El Oití y Bazar la Sexta, para organizarlos.
El Bazar está en la calle 4 entre avenidas 5 y 6. La mayoría de transeúntes mira la fachada y desconoce el interior. Tienen la idea que una venta de chatarra y productos robados, en especial, partes de automotores. Ese mito pierde valor cuando se recorre el lugar. La estructura está dividida por locales y tiene parqueadero para la comodidad de los visitantes.
Los locales externos exhiben productos usados en buen estado. “No es chatarra”, dijo Fabio Angarita, presidente de la Asociación de Compra y Venta de Usados (Acoveus). El comercio de lujos para carros con desconocida procedencia se acabará, aclararon los propietarios.
En el interior se impone el mundo de la moda al vestir. Hay camisas, pantalones, vestidos para actos especiales, zapatos, trajes de gala, disfraces, chaquetas, con precios poco imaginables. Mil pesos es el valor estándar por unidad para cualquier producto, $5000 y $10.000 pesos para vestidos o trajes.
La mayor parte de la ropa usada es traída de Venezuela. Los vendedores cosen y lavan las prendas para mejorar la presentación. En la zona de calzado se ponen cordones y plantillas, se remiendan y embetunan para que luzcan bien. Entre los arrumes de ropa sobresalen las marcas Pronto, Chevignon, Golf, Color 7, Studio F, Bossi y Gat.
Es la zona para dar vida a lo olvidado por la vanidad. Los mayores clientes son los campesinos que bajan a la ciudad para comprar ropa a la familia a buenos precios. Es ropa para cualquier tipo de persona. “Aquí llegan en tremendos carros y salen con la bolsa llena”, aseguró una comerciante.
En el lugar reinan el orden y la dedicación de los propietarios para mantener los locales en excelentes condiciones. Son trabajadores asociados hace 10 años. Pagan arriendo mensual de $3,5 millones a la Alcaldía. Respetan las cláusulas del contrato y mejoran cada día la estructura para atender a los clientes.
La idea del alcalde Donamaris Ramírez fija un incierto futuro para el Bazar la Sexta. Los propietarios de locales esperan que no se interrumpa el convenio suscrito.
DANIEL ARÉVALO
Estudiante de Comunicación Social
Universidad de Pamplona
Campus de Villa del Rosario
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