Álvaro Uribe Vélez, jefe del movimiento político colombiano Centro Democrático, visitó la semana pasada la ciudad y asistió a los actos políticos que los seguidores le prepararon con motivo del debate electoral que se avecina, a mediados de marzo, para elegir senadores y representantes a la Cámara.
Los actos preparados al respecto se cumplieron en medio de asistencias multitudinarias de seguidores y amigos. En el almuerzo que se le ofreció en el Hotel Casino Internacional la asistencia sobrepasó la cifra de 500, cada uno pagó $ 50.000. Aquí, con una gran demostración de versatilidad política, hizo la presentación del movimiento y de dirigentes y candidatos al Senado y Cámara de Representantes, con un corto análisis de cada uno de los aspirantes.
El organizador de los actos fue el dirigente del movimiento en el departamento, Andrés Hoyos Arenas, quien fue discreto en todas las actuaciones, para evitar herir susceptibilidades, innecesariamente.
La media docena de candidatos a las corporaciones públicas se hicieron presentes y de muchas maneras manifestaron cuáles son sus aspiraciones. Algunos han figurado, recientemente, en movimientos políticos diferentes, en ocasiones anteriores.
Uribe Vélez continúa demostrando que es verdadero caudillo político, quien orienta y dirige un vigoroso movimiento, que seguramente elegirá el próximo presidente de la república. Continuará orientando la política colombiana, por varios años.
En buena hora para Colombia hay un movimiento político y un dirigente que lo orienta en buena manera, para bien de la nación, entre tantos grupos de orientación indefinida, que dividen en vez de aglutinar las fuerzas progresistas.
La mayoría de los dirigentes del movimiento son personas nuevas en política y libres de los rezagos y las mañas de la vieja militancia, que es lo que el pueblo quiere ver, para hacer la renovación de las costumbres y prácticas viciadas de la vieja política colombiana.
El fervoroso apoyo multitudinario del pueblo a los planteamientos y a la persona de Álvaro Uribe Vélez, como no se veía hace algunos años, indica a las claras que este dirigente político es un verdadero caudillo, con larga experiencia y un futuro aún presente, en las batallas políticas del futuro.
PABLO EMILIO RAMÍREZ