CÚCUTA.
Cúcuta, en los últimos tiempos, se ha llenado de campeones en diversas disciplinas. Niños y jóvenes practican deportes por gusto, por herencia, por casualidad, por curiosidad y hasta por imposición. Esos atletas le toman gusto a la disciplina, entrenan, compiten y ganan. En ocasiones, parten en silencio a participar en campeonatos y regresan cargados de medallas, en el mismo silencio. Pocos despiertan la atención y se quedan con los títulos pegados a la pared de la casa y las preseas colgadas al cuello.
Rick Harrinson Mozo, tiene 12 años. Viajó a Armenia y volvió convertido en campeón nacional de BMX freestyle. Esta modalidad del ciclismo se centra en efectuar trucos y acrobacias en la pista. El deportista presenta las líneas en dos rondas de 60 segundos cada una. Por cada actuación se les asignan puntajes del 0 al 100. Luego, se hace el promedio de los puntajes para obtener el ranquin.
Los ensayos se cumplen en El Malecón, donde se ha acondicionado el parque con saltos de tierra. Han pasado dos décadas. A pesar de no ser el espacio profesional requerido para la práctica, los muchachos preparan las rutinas con dedicación. Otro sitio para experimentar piruetas es el parque de El Malecón con calle 17.
- Las medidas UCI internacionales son específicas. Los saltos de tierras hay que moldearlos, arreglarlos, adecuarlos. No hay espacio para reparar la Jota o la rampa, pero tiene similitudes.
La explicación de Alejandro Ruiz, entrenador de BMX freestyle, es que el resultado es producto de la organización. La participación comienza con la selección de los deportistas, la conformación de la delegación con deportólogo, entrenador y representante. De esa manera se pueden gestionar, por intermedio de Indenorte, los recursos y garantizar la asistencia a los torneos.
El club Bari Winners está afiliado a la Liga de Ciclismo y cuenta con 18 niños inscritos. Algunos de esos pequeños tienen 3 años y montan en bicicleta con el anhelo de emular al campeón. Cada uno comienza a labrar ese futuro deportivo que con el paso del calendario será realidad.
Rick Harrinson tiene en su haber cuatro años de experiencia. En ese tiempo ha estado en competencias que le han validos los títulos de campeón Municipal, Departamental y Nacional, categoría juvenil.
Este año, en las dos válidas, obtuvo las medallas de plata. En el Nacional de Armenia obtuvo la presea dorada. Queda la tercera válida, este mes, y están en la revisión de recursos.
- Llevamos un tiempo en charlas y reuniones con el IMRD e Indenorte para buscar un espacio y estructuras para las rampas, con buenas medidas.
Directivos y deportistas le han puesto fe a la posibilidad de contar con escenario. Le han puesto esfuerzo y han mostrado resultados para convencer a los dirigentes para tener la pista adecuada después de más de 20 años de trabajo y honores.
SIN NERVIOS
Rick Harrinson a los 4 años montó en bicicleta y a los 6, comenzó a dar saltos. Ahí, demostró las habilidades en el manejo del ‘caballito’. El responsable de que le hubiera tomado gusto a este deporte es el padre. Probó con otras disciplinas, pero no le gustaron y se quedó con las enseñanzas en el hogar.
Los compañeros del séptimo grado, del colegio Los Santos Apóstoles (barrio Chapinero), lo admiran por los logros. Saben que no los acompañará a jugar fútbol o baloncesto, en las horas de descanso, porque debe cuidarse para cuando tenga competencias de BMX.
“Me preparo mentalmente que voy a ganar para no tener miedo, ni nervios”, dijo este campeón nacional. El palmarés lo recita con facilidad. En Armenia, oro; dos válidas, plata, y en Bucaramanga. De esas competencias la más difícil, sin duda, fue la corrida en la capital del Quindío.
Los rivales duros eran dos bogotanos. “Ellos practican más, tienen más escenarios y hacen más trucos”. Le costó trabajo vencerlos. Al final lo consiguió, porque cayó mejor en los trucos, agarró con mejor impulso las rampas, el vuelo fue más alto y cayó con precisión.
“Quiero ir a la tercera válida, pero no sé si pueda ir”. La parte económica lo pone a dudar acerca de la participación en esa competencia.
MADRE ORGULLOSA
Leydi Moncada es la orgullosa madre del campeón. Reconoce que quien más tiempo le ha dedicado a Rick para alcanzar los honores ganados ha sido el padre. “Por mi parte le he colaborado trayéndolo a los entrenos y a las competencias”. A veces se turnan en esta responsabilidad.
Como buena madre, lo ve talentoso para el deporte y es el reflejo del padre. Los costos de la práctica deportiva y la participación en torneos nacionales los han sorteado con rifas, colaboraciones de amigos y familiares. “Hemos tratado de llevarlo a los eventos para que demuestre el talento y ha dado frutos”.
El haber ganado el título nacional tiene motivado a Rick y está con toda la energía puesta en lo que vendrá.