CÚCUTA.- Para contribuir con el mejoramiento de las condiciones educativas del Corregimiento de Aguaclara, estudiantes de arquitectura de la Universidad Francisco de Paula Santander propusieron el modelo de equipamiento educativo rural. El proyecto hace parte del proceso de participación social, mediante la implementación de la Granja Experimental Agroindustrial.
Jessica Lamk, Blanca Vianchá y Diana Santamaría desarrollaron el trabajo en el Instituto Técnico Jorge Gaitán Durán. Tuvieron como fundamento la integración de la arquitectura social y la comunidad, como factores esenciales. El ejercicio está orientado a identificar las necesidades de la zona para generar oportunidades en favor de la calidad de vida de los habitantes.
Diana Santamaría explicó que el diseño de la propuesta surgió a partir de la interacción con la comunidad académica del instituto. Adelantaron ejercicios de observación sobre la forma de estudio, entrevistas para conocer las características y los imaginarios de los estudiantes en relación con el lugar donde reciben educación.
El propósito del estudio fue diagnosticar el estado de la zona rural bajo los componentes sociales, económicos y ambientales. Identificaron el centro poblado de Aguaclara y analizaron el comportamiento social de la comunidad en relación con la educación rural, para culminar con la formulación de la propuesta basada en las oportunidades registradas.
Diseño del Modelo de Equipamiento
La propuesta fue planteada teniendo en cuenta el uso del suelo, de acuerdo con el Plan de Ordenamiento Territorial, que clasifica al corregimiento en grupos de pecuaria y agrícola. Debido a esto, las universitarias buscaron fortalecer el factor rural teniendo en cuenta la capacitación mediante espacios abiertos para el aprendizaje de habitantes de diversas edades, integraron la infraestructura con la naturaleza y la recreación mediante la creación de espacios didácticos pensados en el desarrollo de la personalidad.
“La intención es convertir el corregimiento en punto integrador de dinámicas sociales, ambientales, culturales, educativas y económicas que surjan desde las características rurales del territorio”, dijo Santamaría Tamayo.
Entre las propuestas ambientales destacan el corredor biótico, centros de manzanas verdes, el sistema hídrico y el aprovechamiento de las zonas de cultivos. La apuesta de movilidad peatonal para transeúntes y visitantes tendrá en cuenta rutas para bicicletas y transporte público. La propuesta de rehabilitación de equipamientos educativos enfocados hacia colegios agropecuarios, zonas de lectura, galerías al aire libre, canchas multifuncionales, zonas biosaludables y cafeterías.
El Modelo propuesto pretende impulsar la formación de jóvenes, adolescentes y niños mediante la articulación entre lo urbano y lo rural, reducir la tasa de deserción del plantel educativo e impulsar el agro por medio de la capacitación y la comercialización de los productos que se generan en Aguaclara.