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CÚCUTA.- Al concluir la Semana Santa, empieza el Tiempo Pascual, periodo de 50 días, tiempo que Jesús pasó con los apóstoles luego de resucitar y que concluye con la venida de Pentecostés.
Monseñor Oscar Urbina explicó que “la Pascua es una nueva creación. Más grande y más profunda que la primera, porque Dios nos hace criaturas nuevas capaces de atravesar las puertas de la muerte para vivir eternamente”.
El arzobispo emérito de Villavicencio celebró la vigilia pascual en el templo del Divino Niño (Villa del Rosario). En la homilía dijo que “nuestra pascua de cristianos consiste en pasar de lo viejo a lo nuevo. Nuestra pascua se concreta por las obras, depende de cada uno de nosotros y Cristo nos pide vivirla en libertad”.
Indicó que la pascua exige una actualización y una interiorización de la relación con Dios.
- Actualizar. Dar un paso de lo terreno y pasajero hacia las realidades de Dios, como son la escucha de su palabra, la oración y la celebración de los misterios. Dejad la esclavitud del pecado y creced en el bien y en la santidad, esa es la actualización.
- Interiorizar. Volver a lo profundo de nosotros, nuestro corazón. La pascua es el paso desde fuera hacia adentro de nosotros.
Monseñor Urbina señaló que la piedra puesta en el sepulcro de Jesús para impedir el ingreso de los humanos, “representa lo que nos detiene en la vida, el miedo y la oscuridad”.
Dijo que los cristianos para ir por la vida cotidiana “no necesitan nada espectacular, no necesitan hacer nada extraordinario”. En la vida normal de la familia, donde estudian, donde trabajan, donde comparten con los vecinos, ahí estará el Señor.
“El cristianismo no es una doctrina, es una relación con el que pasó a través de la muerte y ahora vive glorioso”, sentenció monseñor Oscar Urbina.
RAFAEL ANTONIO PABÓN
rafaelpabon58@hotmail.com
