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CÚCUTA.- La vida, al igual que el fútbol, tiene infinidad de paradojas y las suelta en el momento indicado. Ocurrió, este 30 de octubre, en el estadio General Santander. Minuto 40 del primer tiempo. El partido transcurre con tranquilidad, dominio local, amagues del visitante, otra cerveza entre amigos.
De repente, la normalidad se interrumpe. La coronel Sandra Yaneth Mora Morales, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, comenzó el paseíllo, al mejor estilo de torero venido de Europa. Sonríe, saluda, camina. Va acompañada por el séquito que podrían ser banderilleros y mozos de espadas.
Está alegre, como si fuera la primera vez que se enfrenta a una buena cantidad de aficionados. No para de enviar mensajes a las tribunas y al llegar a Norte no aguantó el ritmo de la barra y comenzó a bailar. Qué importa el protocolo, es el General Santander, son los hinchas del Cúcuta Deportivo, es lunes festivo a lo motilón.
La presentación en sociedad tomó largos minutos. Cada patrullero o agente que prestaba servicio en el estadio recibió el saludo institucional y de mano de la jefa. Así, ganó en confianza y la imagen cambiará entre quienes la veían como distante y autoritaria por el cargo y el rango.
Los civiles cargaron los mejores comentarios para con la coronel. Y vieron hacerse realidad una frase que aparece medio refundida entre tanto dichos. ‘La mujer humaniza a la Policía’. Eso ocurrió delante de los ojos de miles de hombres y mujeres, jóvenes y adultos.
Sandra Yaneth Mora demostró que el uniforme también es para atraer y hacer sentir bien a la comunidad en general. ‘Lección aprendida, mi coronel’, seguro pensó alguno de sus subalternos.
Minuto 40 del segundo tiempo. Gol del Cúcuta Deportivo. Ténganse de atrás porque se armó la trifulca. Patadas voladoras, puños, codazos, empujones, estrujones, correteadas, carreras alocadas. En fin, el paseíllo se transformó en corraleja.
La coronel Mora se perdió esta oportunidad de imponer autoridad, porque había salido para atender el inconveniente surgido con los también perdedores, pero en la contienda electoral. Esa es la paradoja.
