1.-La apatía y el grado de obstrucción a los propósitos de integración y mejor tratamiento binacional están llegando al extremo de inesperadas relaciones y a la irrupción de grupos y personas altaneras, que pueden afectar –y, seriamente –la noción y vivencia histórica, de la fraternidad de Colombia y Venezuela.
¿Por qué? Porque, están olvidándose las gestiones de labor compartida y desarrollos bilaterales, por la controversia y las posiciones amenazantes, ante los hechos violentos que han venido teniendo ocurrencia tanto en Venezuela como en Colombia. Y, es necesario destacar lo anterior porque hechos de esta naturaleza mientras hay graves y delicadas situaciones en las fronteras como en el interior de los países, son situaciones que ameritan atención y las mayores prioridades.
2.-¿Cuál es la razón o motivo para que dos naciones hermanas como son Colombia y Venezuela no encuentren ligamentos ni fórmulasde entendimiento para armonizar, lo que requiere mayor fortaleza y compaginación con los anhelos de sus pobladores? ¿Por qué no está actuando una Comisión Extraordinaria y Especial Fronteriza, compuesta por legítimos voceros y expertos en diferentes materias para definir y colocar sobre el tapete de los diálogos y acuerdos, lo más conveniente para: Contrarrestar los problemas del desempleo, el incremento de la inseguridad, la carencia de asistencia en salud, etc.?
Si hay un vacío y un silencio culpable, que no tienen razón de ser, porque si queremos progresar y asumir nuevos roles en lo socioeconómico y político, solo el concurso cimentado en principios y acciones unificadoras y de proyección permitirán esos logros.
3.-Un creciente interés y expectativa democrática, pareciera insinuar, las reiteradas propuestas para precisar: Cuales son las mayorías y cuáles son las fuerzas opositoras. Infortunadamente la ausencia de una clara y honesta dinámica política que permita un accionar auténticamente democrático impide avanzar y consolidar iniciativas y propuestas.
Ante tal situación: ¿Qué hacer? E ahí, de cuerpo entero, la presencia y magnitud del reto y de las necesidades de asumir unas aptitudes y posturas, que inviten a recapitular lo que somos y hemos sido ante la obligación de continuar, pero dentro de un espíritu: Emprendedor, aglutinante y constructivo.
¿Acaso, no podemos avanzar unidos y en equipo?. Que cada quien -como cada nación- haga su propio examen.
JOSÉ NEIRA REY
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