En las últimas horas se conoció el fallecimiento de monseñor Pedro Alejandrino Botello, víctima del Covid-19. El 24 de junio de 2015, como trabajo de clase, el entonces alumno de Comunicación Social en la Universidad de Pamplona, Dixon Andrés Carrillo, escribió el siguiente perfil del religioso, que hoy tomamos como necrología para rendirle el homenaje merecido a este amigo, guía espiritual y sacerdote. Q.E.P.D.
- “Siga, joven, qué necesita, tome asiento”.
En las paredes blancas de la oficina cuelgan varios cuadros, entre los que sobresale el Cristo, en la mitad del cuarto y sobre la puerta principal. El hombre hace una pausa, cruza la pierna y empieza a hablar sobre su vida como sacerdote. Ha viajado por varios municipios de Norte de Santander y en cada uno ha dejado algo de enseñanza. En Cúcuta, llegó al barrio Belén y fundó la parroquia de Nuestra Señora de Belén. Un triunfo que le merece una sonrisa.
Pedro Alejandrino Botello Ortega está entregado a Dios hace muchos años. “Desde niño decía que quería ser sacerdote”. Cursaba quinto de primaria, tenía 14 años, cuando definió la vocación. Un cura que visitó la escuela en Gramalote, municipio que solo lo vio crecer durante la niñez, lo indujo al mundo de las sotanas. En Pamplona terminó la secundaria.
En la Ciudad Mitrada reafirmó la decisión de llevar una vida llena de reflexión, oración y ayuno. Permaneció cinco años en el seminario menor. También entendió que por este camino no tendría una vida corriente, ni iba a tener familia. Pero esto no era excusa y la decisión estaba tomada para entregarle la vida a Dios y así podría ayudar a salvar a la sociedad.
Ingresó al Seminario Mayor. La materia que nunca le gustó era la filosofía, aunque sabía que le serviría mucho. Al terminar esta etapa inició la teología, rama en la que se desenvolvió mejor y que acentúo su decisión. “Allí culminan 7 años de mi vida”.
Cruzó de nuevo la pierna y agachó la mirada. Da la sensación de timidez. La biblioteca de la casa está resguardada por paredes adornadas con sabiduría y arte.
El último año de seminario lo pasó en Roma. Suspiró con el recuerdo y alzó la miranda. Dejó entendido que este viaje fue magnifico. Al terminar los estudios fue nombrado párroco en la iglesia de San Antonio. Trabajó con la Legión de María, grupo laico dedicado a visitar enfermos. Lo apasionaba colaborar y darles ánimo a los que lo necesitaran. Este era su derrotero, su camino como sacerdote.
Pasó al Carmen de Nazaret. Todos los días vivía la travesía de montar a caballo. Recorrer el camino durante cinco horas no le importaba, porque la comunidad lo esperaba y eso era lo significativo en ese momento. La localidad era diferente, los habitantes eran entregados.
Una mujer golpea a la puerta, llegó a pedirle ayuda y que orara por ella.
Después de pasar por muchas parroquias se tomó un año sabático, otra vez en Roma. No es un período de viajes y fiestas, es un ciclo de mucha oración, meditación y cursos de espiritualidad en el Teresianum, lugar en el que tomó el descanso.
Al llegar nuevamente a Colombia tomó el cargo de párroco en Nuestra Señora de Torcoroma. Duró solo dos años y pasó a Villa del Rosario, donde promueve las misas de sanación y exorcismos. Lo cambiaron al templo del Divino Niño. Las misas de sanación ponen en alto el nombre del padre Botello. Los cursos espirituales lo refuerzan. Aun así, no se siente completo para efectuar esta tarea. Por eso comienza a buscar una orientación que lo profundice más en el tema.
Ahora, a sus 84 años, el cuerpo está debilitado, pero la mente sigue joven. Pedro Alejandrino es alto, de cabello y barba blancos y cejas abundantes. “Mis fuertes, ahora, son la sanación y los exorcismos”.
DIXON ANDRÉS CARRILLO
Es un verdadeeo hombre de Dios. Su oracion y su imposicion de manos me libero de los demonios mundanos En un sueño vi a satanas qe me asediava ,yo estava en un atrii alo alto ,y el padre botello estaba delante.demi defendiendome con un caliz en la mano y rociandole agua endita a este demonio. NO DEJO DE RECORDAR ESA.ESCENA . Ahora he aprendido a luchar contra los demonios , ya no vivo yo ,vive Dios en My.