1.- Ser periodista aplicado a la causa que lo motiva y proyecta en su permanente obrar y en la función de todos los días, cuando se entrega a la profesión es, básicamente, Ser narrador y expositor de la verdad, de los hechos ciertos y de aquellos que por trascendencia e importancia es necesario destacar cuando el oficio incluye exponer las razones o motivos que predominan en un caso por resolver o en una situación que amerita consideración pública.
Y, eso, periodista, impulsor de hechos culturales y asociativos de manera honesta, especialmente en lo alusivo al turismo y al mejor bienestar e irrumpir de la frontera colombo-venezolana mediante convocatorias gremiales y cívicas, más el aporte en periódicos, revistas y programas desde la radio o la televisión, y procurando crear ambientes y gestiones culturales de valía y que pudieran impulsar y proyectar lo que sentimos nuestro, constituyó en gran medida la vida y obra de Jorge Álvarez Sarmiento, recientemente fallecido. Y que, además, fue buen amigo y constante servidor público, como en esencia es todo periodista en su constante trajinar.
2.- La vida, que está llena de sorpresas, generó para la región fronteriza esta pérdida humana, porque Jorge Álvarez Sarmiento se mantenía en movimiento y tratando de acertar en lo que se proponía y como se requiere ahora, cuando la complejidad de las situaciones ha sacudido toda la estructura de estas fajas fronterizas y los conceptos de unión, trabajo en equipo y solidaridad para estructurar perspectivas, exigen una gran labor de conjunto y una visión de futuro que superen todo egoísmo.
3.- Sí, los periodistas y armadores de encuentros para seguir batallando, como Jorge Álvarez Sarmiento, cuando su adiós es definitivo y producto de designios superiores – que a veces suceden de improviso y cuando se hallan en la plenitud de su formación – producen vacíos, porque su gestión era importante y la misión la cumplían de manera honesta y con proyección.
A su esposa y familia nuestra más sincera expresión de solidaridad y compañía, a sus amigos, al gremio y a los que conocieron su empeño y dedicación, con sus ademanes y ajetreos, reconocer – sin ambigüedades y temores – que la vida, cuando nos distancia físicamente, nos deja en los recuerdos y ejemplos toda una expresión de constancias para no decaer y para perseverar en el progreso, que no es más que el bien para todos.
Jorge, que Dios, al recibirte, te permita exponerle todo lo que la frontera necesita y para que sigas cumpliendo tu tarea.
JOSÉ NEIRA REY
Foto: www.contraluzcucuta.co