CÚCUTA.- El capitán Camilo Daza, nieto del general Camilo Daza, reconoció el avión que se piensa construir en Cúcuta para rendirle homenaje al pionero de la aviación en Colombia. Se regocijó al observar que será el Curtis Standard Bolívar, la tercera aeronave que tuvo y con la que escribió parte de la historia nacional.
“Ha habido muchas cosas que en otras partes han programado y pocón, pocón”, dijo el capitán Daza. “Ojalá todo sea una realidad y no quede solo en proyectos y en ideas, sino que lleve a cabo”. El proyecto está a cargo de las fundaciones El Cinco a las Cinco y Pro Cúcuta. Esta semana analizaron alternativas para la construcción del monumento.
El Curtis lo trajeron Ulpiano de Valenzuela y Carlos Obregón, caballeros de la sociedad bogotana que viajaron a Estados Unidos, en 1918. Contrataron a un aviador estadounidense y lo transportaron a Colombia en barco. Hizo historia con el correo aéreo entre Barranquilla y Puerto Colombia.
El avión tuvo trayectoria. El 7 de agosto de 1920, voló sobre la sabana de Bogotá y luego llegó a Cúcuta. “El general había abierto la Sociedad Nortesantandereana de Aviación”, dijo el capitán Daza. Otra nave se la decomisó Juan Vicente Gómez, en Venezuela.
El avión comenzó una historia grande. El 16 de marzo de 1922, un sacerdote amigo del general bendijo el Curtis, porque despegaba para la Ciudad Mitrada. Sobrevoló la sabana cucuteña. La intención era llegar a Pamplona y mostrarles a los paisanos qué había hecho y qué había aprendido mientras estuvo lejos de casa. Conocía bien los Curtis, por cuanto entre 1918 y 1919, se graduó en la escuela gringa donde se fabricaron los JM4 y JM6 Curtis, famosos en su época en el mundo.
“No pudo aterrizar donde tenía previsto y le tocó caer sobre un árbol. El avión se partió en dos”. Pidió los repuestos a la Curtis en Estados Unidos. Llegaron en mula, a pie, por trochas. Lo reparó, porque también era mecánico y reabrió la historia con ese avión en Colombia
“El general empezó a tener trascendencia con ese avión. En Bucaramanga hizo más de 950 vuelos. Tuvo tres ‘arborizajes’. Al llegar a Bogotá, en el Lago Gaitán, en la primera base que fundó, se incendió el Curtis Bolívar. Dejó una marca grande en la historia de la aviación”. De ahí adquirió otro avión G3 de fabricación francesa.
El capitán Camilo Daza hace años abrió, en Fusagasugá, el museo en honor al general y abuelo Camilo Daza. Es visitado por nacionales y extranjeros para observar las miles de reliquias y de objetos personales que conserva para hacerle honor “a este gran padre, decano, fundador, pionero y precursor de la aviación colombiana civil, militar y privada”.