CÚCUTA.- Doña Ligia Echeverría de Cabezas Quiñones recibió la medalla Honor al Mérito Insigne, como impulsora del periodismo en la región y por la entrega a las causas sociales.
La medalla, símbolo de reconocimiento y gratitud, la entregó el alcalde Donamaris Ramírez en nombre de los cucuteños. La imposición no estuvo revestida de solemnidades y protocolo. A cambio, contó con un toque de emotividad en el que afloraron los recuerdos de la homenajeada.
El alcalde Ramírez reconoce a doña Ligia como su “mamá en el periodismo”. A los 11 años, ingresó al Diario de La Frontera. Carlos Ramírez París lo puso en manos de Ligia Echeverría para que lo criara periodísticamente.
Doña Ligia acompañó a Luis Parra Bolívar, el 17 de febrero de 1951, en la fundación del matutino. Posteriormente, con Teodosio Cabezas, forjaron varias generaciones de periodistas.
Las anécdotas afloraron y el trajín de la prensa de aquellos años, trajeron al presente el proceso de fundición de los tipos para componer los textos, las ‘cenefadas’ tiras de texto, la fotocomposición y las empasteladas cuando la tinta se corría y había que corregir.
El Decreto 064 de 2012, destacó la trayectoria de Ligia Echeverría como alma y nervio del Diario de La Frontera, Cónsul de Colombia en San Antonio del Táchira (Venezuela), Secretaria de Gobierno de Cúcuta y concejala en la década de los 80. Además, las causas nobles y a favor de los necesitados, en las que participó, que hicieron de ella un modelo a seguir como ejemplar ciudadana.
La homenajeada agradeció al Alcalde y a los miembros del Círculo de Periodistas y Comunicadores de Norte de Santander, Mary Stapper, Víctor Hernández, José del Carmen Bernal, Alejandro Acosta, Hugo Echeverry y Francisco Varela.
Al imponer la distinción, el alcalde Donamaris Ramírez afirmó que “es poco lo que entregamos ante la inmensidad de un ser humano como Doña Ligia”. La calificó como una persona querida en la ciudad y merecedora del reconocimiento, por la rectitud y el ejemplo.
Queda en la memoria de los presentes, el encuentro de dos generaciones de periodistas, unidas por el respeto y la admiración mutua, con el único propósito de Cúcuta para Grandes Cosas.
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