CÚCUTA.- La pobre viejecita, aquella que no tenía nada qué comer, llegó a la Torre del reloj acompañada de varios de los criados, que le llevaban frutas, vino y té. Empuñó la bandera de Norte de Santander y habló poco.
El renacuajo Rin Rin, como siempre, bien tieso y majo, tomó el pabellón de Cúcuta y se mostró parco, quizás para que no le contaran a la mamá que estaba en la capital de Norte de Santander, lejos del acostumbrado hábitat de los batracios.
Simón el bobito, el mismo que se antojó de los pasteles y los quiso probar, mostró esa cara de inocente que lo caracteriza y agarró el tricolor nacional. No llevó la caña de pescar. Solo sonrió con timidez a los saludos de los visitantes y despertó la atención de las estudiantes.
Los tres personajes abandonaron por un momento los libros de fábulas de Rafael Pompo, el creador y padre de esas y otras figuras de cuentos infantiles. Se vistieron de gala y encabezaron la celebración del Día del Idioma.
El acto central en Cúcuta, para conmemorar los 100 del fallecimiento del escritor colombiano, lo encabezó el gobernador Edgar Díaz. La actividad, liderada por la Secretaría de Cultura del Departamento, se denominó ‘Leer a Pombo es mi cuento’.
La gestora social Laura Cáceres; la presidenta de la Asamblea, Marina Lozano, diputados, representantes de instituciones educativas y miembros de la fundación teatral ‘El Quijote’ leyeron poemas del fabulista, como preámbulo del lanzamiento de ‘Con Pombo y Platillos’.
Liliam Amparo Contreras, secretaria de Cultura, dijo que la jornada hace parte del Plan Nacional de Lectura y Escritura del Ministerio de Cultura y de la celebración del Año Pombo.
El objetivo es propiciar la lectura de poesía infantil, como herramienta para la formación de lectores y rendir homenaje a la vida y obra de Rafael Pombo, mediante expresiones y proyectos culturales en el territorio nacional.
La programación incluyó función de títeres del grupo de teatro Arlequín, la presentación oficial del proyecto de la Fesc y la noche de cuentos a Pombo, ‘Encuentémonos en la Frontera 2012’, con historias fantasiosas de jóvenes nortesantandereanos que comienzan a andar por el mundo de la narración oral y el arte de la palabra viva.
La pobre viejecita regresó a la mansión en Los Patios, donde es vecina del Renacuajo Paseador. Simón volvió a Chapinero para cavar otro hueco y tapar con esa tierra los hoyos que ha causado el invierno en ese barrio cucuteño.