MANO A MANO CON EL ROLO FLOREZ. El paso por el Cúcuta Deportivo fue enorme
CÚCUTA.- Para este bogotano de 43 años, el Cúcuta Deportivo fue uno de los equipos que marcó su carrera como profesional. Campeón en el 2006 y participó en la Copa Libertadores del 2007. Cuenta cómo fue el paso por el elenco motilón y los buenos recuerdos que guarda de aquella época. Ahora, se desempeña como asistente técnico de la Selección Colombia Sub 20 y aporta desde su experiencia para que estas promesas del tricolor nacional tengan futuro.
¿Qué recuerda de su etapa como futbolista?
- Es una etapa que uno vive intensamente. El fútbol deja buenos amigos a lo largo de los años en los equipos, pero el paso por el Cúcuta Deportivo fue enorme, debido a todo lo que vivimos y la huella que dejamos imborrable no solo en los hinchas sino en nosotros, los directamente implicados.
¿Recuerda su primer partido como profesional?
Sí. Fue contra Once Caldas de Manizales, en 1993.
¿En qué cree que ha cambiado el futbol con respecto a los años en los que usted jugaba y ahora que se desempeña como asistente técnico?
- En realidad el fútbol es uno solo. Considero que en la medida que ha avanzado el tiempo, en cuanto a las metodologías de entrenamiento, ha variado en algunos conceptos. Soy un convencido de que nadie es dueño de la verdad. Todas las metodologías han sido ganadoras, independientemente de cuál se utilizó y se ha mejorado desde la ciencia, la tecnología, la alimentación y los escenarios deportivos. En cuanto al juego, son las características de los jugadores las que deciden el buen fútbol desde lo técnico o lo táctico.
¿Cómo llegó al Cúcuta Deportivo?
- El profesor Jorge Luis Pinto me invitó a venir después de hacer un análisis de los jugadores que creía convenientes y le podían aportar al Cúcuta Deportivo. Teniendo en cuenta que habíamos trabajado en Santa Fe y Millonarios acepté la invitación. Para mí era un nuevo reto. Los primeros meses era mantenerse para no descender y terminamos campeones en el 2006.
¿Qué recuerda de su primer entrenamiento bajo las órdenes de en Cúcuta?
- Soy un admirador del profe hace muchos años. Lo quiero y lo respeto por la manera cómo vive el fútbol. Es un apasionado que no deja detalles al azar y por eso el éxito que ha tenido en todos los países donde ha dirigido. Esa práctica no era ajena para mí, lo había conocido tiempo atrás. Así que todo fue más fácil.
¿Es usted hincha del Santa Fe?
- Soy hincha de Millonarios. Desde temprana edad, en Bogotá, comencé en el equipo azul. Por cuestiones de la vida terminamos en Santa Fe, donde hice mi carrera en fútbol base e inferiores hasta llegar a la profesional.
¿Qué recuerda de la final de la Copa Conmebol de 1996?
- Fue una experiencia en la que éramos muy jóvenes. No superábamos el promedio de edad de 23 años. Era nuestra primera participación internacional y con sed de títulos en Santa Fe. Llegar a la final, cuando la perdimos con Lanús, fue bonito después de casi 30 años de que el equipo cardenal no llegaba a esas instancias. Fue una experiencia que enriquece como jugador para avanzar y conseguir títulos internacionales.
¿Qué le faltó al equipo cardenal para ganar esa final?
- Cuando uno está ahí trata de dar lo máximo y buscar lo mejor. Creo que no faltó Son cosas del fútbol que tenían que pasar por algo y suceden para bien. El rival también se prepara y tuvo que ser así.
¿Qué recuerda de la final del 2006 en Cúcuta y en Ibagué?
- Algo que me llamó la atención, en Cúcuta y en Ibagué, fue que habíamos consolidado un grupo lleno de confianza, que se basaba en el respeto y la responsabilidad de cada uno. Sabíamos que no era fácil cerrar de visitante y aunque conseguimos la victoria como locales, sabíamos que había que marcar diferencia en la visita. Valoro la unión del equipo, a pesar de las dificultades que habíamos tenido durante el año.
¿Cómo era la unión de aquel equipo campeón del 2006?
- Era unión basada en amistad, disciplina, respeto y convivencia. No todos éramos iguales, pero aprender a vivir y a compartir las diferencias es bueno, especialmente en un grupo en el que todos querían participar, pero en fútbol solo juegan 11 y los otros esperaban la oportunidad para aportar.
¿El jugador más cansón y el más serio con los que haya compartido?
- Tuve la oportunidad de compartir con la Babilla Díaz, que era como el más gracioso. Y el más serio me hace acordar cuando llegaron Roberto Bobadilla y Charles Castro. El grupo los acogió y terminaron siendo dos colombianos más, dos cucuteños más. Nos burlábamos de la manera como hablábamos, como caminábamos. Fue un grupo bonito y a pesar de las diferentes culturas nos respetábamos. Así logramos lo que nos proponíamos.
¿Cómo era Jorge Luis Pinto con el grupo?
- El profe tenía un corazón enorme. Tiene sensibilidad a los detalles. Somos seres humanos y no hay que confundir la seriedad con la disciplina, con los sentimientos. Muchas veces reía con nosotros, sufrió con nosotros. Cuando teníamos que llorar, lloramos todos y si nos alegrábamos éramos todos los alegres. Hasta hoy, las alegrías del profe o de algunos de nuestros compañeros son nuestras y también cuando pasa algo nos apoyamos.
¿Qué hinchada se le quedó en el corazón y se ganó su cariño?
- Con la hinchada de Cúcuta. Era increíble la manera y el acompañamiento que nos hacían en las ciudades. Me acuerdo mucho de un partido que jugamos en Bogotá, contra Millonarios, y toda una tribuna estaba copada por hinchas del Cúcuta. También, cuando jugamos contra Boca, en La Bombonera (Argentina), contra Gremio, en México. Sería injusto decir que en las ciudades donde participamos no había hinchas de Cúcuta.
¿Qué recuerda de aquel día de la semifinal contra Boca en La Bombonera? ¿Qué hablaban entre ustedes sobre la dificultad del clima?
- A nivel del césped se veía todo muy bien. De pronto se ha hablado mucho del tema, pero las cámaras que estaban en el segundo y tercer pisos mostraban una imagen y en la cancha era otra realidad. Así que uno no puede sacar excusas. En Cúcuta se hizo una buena presentación. Allá también dimos lo mejor. Perdimos por errores sobre los que se había hablado y que teníamos previstos. Pero el fútbol no es lineal, así que uno presenta dificultades y en esa ocasión nos tocó perder.
¿Cuál es el gol que más recuerda de toda su carrera?
- Uno que le hice a Higuita. Jugaba para Santa Fe. Le gustaba jugar de líbero, recibí el balón en la mitad de la cancha y conduje cinco metros, le pegué y colgué a René. Fue de los primeros que hice.
¿Cómo les habla Nelson Flórez a los jugadores de la Selección Colombia?
- Uno basa el ejemplo, gracias a los principios y los valores que les pueda dar. Es que vean en el cuerpo técnico de la Selección Colombia la madurez, la disciplina, el respeto. Son Jóvenes que no van a representar solo a un equipo, sino también a un país, tienen las ilusiones puestas en ellos. Así que es con el ejemplo como se les dice sobre las experiencias que uno tuvo. Escuchando experiencias ahorran tiempo.
¿En la época del Cúcuta Deportivo que hacía en el tiempo libre?
- No era mucho el tiempo libre que nos quedaba. No solo participábamos en el torneo local sino también en la Copa Libertadores. Así que era viajar, entrenar, descansar, el cuidado personal en cuanto a alimentación. Y cuando quedaba un tiempo libre lo disfrutaba con mi familia.
¿Sueña con ser director técnico?
- Lo soy. Pero no es solo ser técnico, sino ser formador, ser entrenador, ser padre, exigirles a los hijos, en este caso a los jugadores. Buscamos lo mejor para ellos y en esa mejoría está el disciplinarlos, porque uno disciplina a los que quiere.
¿Sueña con dirigir algún equipo profesional en especial?
- Sí. En la medida que han pasado los años Dios nos muestra los caminos. Tengo sueños y anhelos. Dirigir futbol profesional. Estar en la selección Colombia es un plus importante, son pasos importantes que hay que dar uno a uno. Considero que estas experiencias lo enriquecen a uno para que cuando llegue el reto estar preparado.
¿Qué hace feliz a Nelson Flórez?
- Lo que hago me hace feliz. Después de Dios está mi familia. Gracias a Dios tengo una mujer hermosa. Tengo a mis hijas. Me gusta verlas crecer, he visto cómo pasa el tiempo. Me hace feliz llegar a casa y encontrarme con la gente que uno quiere, sentirse amado. Hago lo que me gusta, para mí no es una carga viajar, madrugar, entrenar. Creo que es la profesión más hermosa en la cual Dios me ha puesto porque disfruto de lo que hago.
¿Cómo disfruta las concentraciones como jugador o como técnico?
- Son diferentes. Como jugador basa la responsabilidad solo en lo personal. Como entrenador usted tiene que estar pendiente de cada detalle. De que los muchachos estén bien, que se sientan cómodos en los lugares de entrenamientos y en los hoteles etcétera.
JORDY ORLANDO CRUZ