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PALMARITO – Cúcuta.- Luego solucionar un par de inconvenientes en la carretera que de Cúcuta conduce a Puerto Santander, los habitantes de Palmarito, al menos por medio día, caminaron las tres calles del corregimiento en medio de abrazos, risas y llanto.
Los campesinos regresaron de Cúcuta, a donde había huido la semana pasada en busca de respaldo oficial ante las constantes amenazas de las bandas criminales. Un bus de la Policía los devolvió a la tierra que abandonaron por un momento para pasar adversidades en la ciudad.
Las mascotas recibieron a los amos, los ladridos de los perros se sintieron hasta las veredas El Suspiro y 5 de Mayo, adonde algunos hombres también pudieron ir a reparar las casas. El alcalde Donamaris Ramírez y el gabinete llevaron hasta el poblado mercados y la esperanza de reencontrar la tranquilidad.
Al retornar a Cúcuta, el jefe del gobierno cucuteño dio parte de tranquilidad y llamó a los moradores para que regresen de las veredas. “Les devolveré la calma, por mi madre”, fue la promesa oficial, que espera cumplir con la presencia de escuadrones móviles de carabineros.
Veintidós hombres fuertemente armados y patrullas del Ejército vigilarán las veredas apartadas. El corregimiento es azotado por la presencia de ‘Los Rastrojos’ y ‘Los Urabeños’ que entraron en franca disputa por el comercio ilegal de la droga.
Agentes de la Policía Judicial tendrán la misión de buscar antecedentes de los infractores de la ley para judicializarlos.
