CÚCUTA.- En el siglo XXI la frontera colombo-venezolana se ha vuelto punto estratégico para las autoridades judiciales, la guerrilla y las bandas criminales (Bacrim). Las rutas de narcotráfico, el contrabando, el reclutamiento de jóvenes y los cultivos de coca son los principales detonadores para preocuparse por esta zona.
El 10 de mayo, entre Tibú y La Gabarra, en un campo minado 7 policías murieron y 11 soldados resultaron heridos. El atentado se atribuyó a las Farc. La respuesta del presidente Juan Manuel Santos fue el aumento del pie de fuerza y de los controles aduaneros entre Cúcuta y San Antonio (Venezuela). “Trabajar es perseverar hasta llegar a la paz, porque la paz es la victoria”, dijo.
Según informes de la Policía, más de 25 uniformados han sido heridos en enfrentamientos con la guerrilla en Norte de Santander. El ministro de defensa Juan Carlos Pinzón dijo que más de 191 insurgentes han caído en combates en el resto de país.
El reclutamiento masivo en esta zona ocurre en las áreas rurales y de manera discreta en el área urbana cucuteña. ‘Los Rastrojos’ y ‘Los Urabeños’ pelean a sangre y fuego por el dominio territorial. Las Farc se aliaron con ‘Los Rastrojos’ para traficar cocaína, afirmó el exgeneral Naranjo, en el 2009.
En el Área Metropolitana los grupos criminales se pasean sin autoridad que los detenga. Testimonios de jóvenes afirman haber sido contactados en parques, áreas verdes y zonas de esparcimiento, por miembros de esos grupos al margen de la ley.
“Mientras hacía ejercicio, un tipo me llamó y me dijo que si quería ganar millones en una sola vuelta. Me dijo que tenía porte para pelear y que ellos me regalaban las miniusi, que no había problema”, dijo un muchacho tentado por las Bacrim.
Solo debía pararse firme en el momento del encargo y pelear hasta morir para proteger al patrón. “En cada vuelta me ganaba $5,0 millones. Más o menos $50 millones al mes. Me recogían donde fuera, en una de esas camionetas grandes”. Lo pensó y no accedió a la oferta, porque metería a la familia en problemas.
En marzo, se aparecieron panfletos, en el suroccidente de la ciudad, con amenazas dirigidas a supuestos viciosos, homosexuales y prostitutas. Más de 30 nombres y apodos conformaban la lista. Los papeles se distribuyeron en El Contento, López, San José, Colinas, ‘La Cueva del Humo’, Galán, Belén, Crispín Durán, El Progreso, Antonia Santos, Cerro Pico, Los Alpes y Sabana Verde.
El comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, coronel Álvaro Pico Malavier, dijo que este modo de operación no corresponde al de las bandas criminales.
El coronel Javier Francisco Mora, comandante operativo de la Policía Metropolitana, afirmó que la guerra está planteada entre ‘Los Rastrojos’ y ‘Los Urabeños’, con un aditamento, la creación reciente del grupo ‘Nueva Frontera’, reducto de antiguos ‘Urabeños’.
El presidente Santos visitó la ciudad el 8 de junio. Los más importantes anuncios estuvieron relacionados con inversión para las vías de la ciudad y en el departamento, inversión para el trasporte masivo, construcción de otro coliseo y modernización del acueducto del Área Metropolitana de Cúcuta. No hizo referencia al combate contra las bandas criminales y la guerrilla.