Inicio / Destacado Barra / En las calles de Cúcuta se viola la ley antitabaco

En las calles de Cúcuta se viola la ley antitabaco

CÚCUTA.- José (*) es adulto mayor, tiene más de 70 años y hace tiempo la vida lo jubiló. Ahora, es vendedor ambulante. El plante lo conforman un puñado de dulces, varias mentas, cuatro cajetillas de cigarrillos y algunas bolsas de papas. El punto de trabajo está justo frente a la Alcaldía.

En las mañanas llega a la hora de costumbre, no tiene afán ni jefe que lo apure. Es amable con los clientes y sonríe a cada momento para darles alegría a los días que le restan por vivir.

Este hombre de apariencia humilde es uno de los muchos informales que no han acatado la Ley 1335, que prohíbe la venta al menudeo y la publicidad de productos de tabaco.

La disculpa para seguir en el ‘negocio’, con el que gana escasos pesos diarios, es que nadie lo ha advertido de que no puede vender cigarrillos en la calle, y menos de procedencia venezolana.

La disposición nacional entró en vigencia en el 2009. Pocos colombianos se enteraron y a mediados del 2011 se profundizó en la divulgación para alertar a los infractores acerca de las sanciones a las que están expuestos.

A pesar de los llamados de atención, en los cajones callejeros se mantienen los paquetes azul y blanco de Belmont, llegados en bus, camioneta, motocicleta, bicicleta y a pie desde Venezuela.

Mientras la venta legal de cigarrillos bajó en el país, el contrabando aumentó. Entre el 2009 y el 2010, la comercialización ilegal subió el 400 por ciento.

En el 2005, en Colombia se vendieron 24.000 millones de unidades de cigarrillos; en el 2010, la venta cayó a 17.000 millones, y para el 2011, se espera que baje a 15.600 millones.

Por cada cajetilla que se vende, el 40 por ciento se destina a impuestos departamentales. Esos recursos, en el ciento por ciento, se dirigen a la atención en salud de los colombianos.

        

La primera fase de la campaña que llama a combatir el contrabando se extenderá hasta el 2012. El tendero que sea sorprendido en esta práctica recibirá una pena de hasta siete años de cárcel. Igual ocurrirá con los vendedores ambulantes.

“Un punto de venta que favorece el contrabando, alimenta el crimen organizado”, dice uno de los lemas de la campaña. Y pide a los expendedores formales y legales que “no lo haga porque podría perder su tienda, pagar millonarias multas y terminar en prisión”.

Esta advertencia hay que hacérsela conocer a José y a los demás informales que ocupan los andenes cucuteños con cajones en los que exhiben cigarrillos que pasan por las alcabalas de San Antonio y Ureña o por las trochas hasta Cúcuta.

(*) Nombre que no corresponde al personaje.

RAFAEL ANTONIO PABÓN

rafaelpabon58@hotmail.com

Fotos: MARIO CAICEDO

mariocaicedo30@gmail.com

 

Sobre Rafael Antonio Pabón

Nací en Arboledas (Norte de Santander - Colombia), educado y formado como periodista en la Universidad de la Sabana (Bogotá), gustoso de leer crónicas y amante de escribir este género periodístico, docente en la Universidad de Pamplona (Colombia) y seguidor incansable del Cúcuta Deportivo.

Podría Interesarle

REFLEXIONES DE UN VISITANTE. Los comerciantes estamos unidos

CÚCUTA.- Cristian Stapper, vicepresidente de litigio, entorno y relacionamiento externo de Fenalco, es cucuteño. Hace …

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.