CÚCUTA.- Definitivamente, mentir es el verbo predilecto de los actores de la politiquería contemporánea en Colombia. Existe la certeza que se miente desde la extrema o moderada izquierda; desde el Centro y la Derecha. No se distingue bien quien es más mentiroso.
El análisis corresponde a David Corredor, director del Movimiento Comunero Socialista Bolivariano, sobre resultados de la campaña electores, del 25 de mayo.
“Se ha llegado tan bajo, que mentir es normal. Pareciera concluirse que, politiquero que no mienta está fuera de juego”, dijo el vocero del MSB. Según los politiqueros de ahora, mentir es una virtud.
La verdad se excluye del ejercicio de la política por la sencilla razón: No conviene. Decir y sostener verdades se convirtió en estrategia de perdedores.
Si a lo anterior se agregan discursos y posiciones a conveniencia o a medias tintas, el asunto se agrava.
Las elecciones en Colombia están regidas por procedimientos que favorecen directamente a la tradicional oligarquía liberal-conservadora. Las normas están elaboradas para prolongar su estancia en el poder. La Constitución, leyes y organismos electorales están hechos para favorecerlos.
La postulación de candidatos se cierra a los acostumbrados liderazgos heredados. Muy poca renovación hay en las candidaturas, sean de tendencia Izquierda, Centro o Derecha.
Las campañas que se organizan alrededor de los candidatos se fundamentan en acciones poco planificadas. Con desgano, débiles perfiles o habilidosas trampas. Últimamente, ha hecho carrera, además del terror por amenazas y muertes, la rumorología. Es decir, construir escenas ficticias para engañar tanto a los rivales como al elector. Las tres últimas elecciones presidenciales, más la que se encuentra en desarrollo, están influidas por la aciaga estrategia del perverso JJ Rendón.
Hoy, Santos y Uribe son víctimas de su invento. No se sabe quién es el maestro y quién el alumno. Lo cierto es que el ejercicio de la política se arrastra por lo más ruin de la condición humana y desprestigia las instituciones y debilita la credibilidad de los gobernantes.
Por todo lo anterior, un Sistema electoral frágil, candidatos débiles y campañas pútridas, el MSBColombia en la elección presidencial 2014, se ve forzado a la abstención atónita, es decir, no vamos a votar. Somos portadores del legado de Hugo Chávez en Colombia, por ello luchamos, vencemos y avanzamos.
DAVID CORREDOR
Director MSBColombia