CÚCUTA
En los últimos suspiros de la pandemia comenzó el trabajo con niños para inculcarles el amor por el deporte y enseñarles a comportarse como exponentes de la disciplina. La cancha del barrio Ceiba sirvió como escenario para las prácticas, hasta cuando se tomó la decisión de alquilar un espacio y adecuarlo como dojo (lugar dedicado al aprendizaje y la práctica de las artes marciales).
La masificación en colegios fue el punto de lanzamiento para ubicarse en el salón, donde los deportistas tienen comodidad, cuentan con tatami y las instalaciones están adecuadas para ejercitarse. Hoy, cinco grupos, de diferentes edades y categorías hacen parte del club y participan en el proceso de formación.
Al frente del Dojo Empi Karate Do está la sensei Astrid Quijano, entrenadora, una de las deportistas antiguas de la Liga, deportista de alto rendimiento y sirve de apoyo a las categorías juveniles.
En estos años de labores los logros van desde la salud y el bienestar para los integrantes, hasta la consecución de medallas en certámenes nacionales. Acondicionamiento físico, motricidad, discapacidades físicas y temperamento son aspectos que trabajan y que les han servido para la vida diaria.
- Nos hemos enfocado en el alto rendimiento y la recreación formativa con cada atleta de karate, acorde con su objetivo.
La selección Norte cuenta entre sus filas a niños y jóvenes formados en este dojo en preinfantil, infantil, sub 12, cadete, junior, sub 21 y mayores. Hacen parte del semillero y han ganado medallas con sabor nacional e internacional, en grados avalados por la Federación.
El trabajo conjunto con la Liga en fogueos y chequeos y desde el club observaron las categorías menores para conocer quienes estarían aptos para las competencias. El resultado, podio en kata, kata individual y combate. La cosecha registra bronce, plata y oro. El calificativo para el resultado final, en el Nacional, es ‘Gratificante y satisfactorio’.
- Sé que podemos llegar más allá. Nos queda la Copa Motilona (noviembre). Luego, serán los exámenes de ascenso de grado (diciembre).
Verónica Barajas, hace un año, llegó al karate en búsqueda de la novedad deportiva. Le llamó la atención y decidió que vestiría el karategis, por algo sencillo, la disciplina que enseña. Eso le pareció interesante.
- Este año ha sido de experiencias, estuve en mi primer nacional y logré una medalla de plata. Me siento orgullosa.
La vara está alta y ahora quiere escalar a otros niveles que la encumbren en los Juegos Nacionales Juveniles (2027). Allá, buscará las preseas que la catapulten a la selección Colombia y de ahí que el resto del mundo aprecié la calidad deportiva.
Disfruta la vida en el dojo. Siente el compañerismo y el apoyo de la sensei, sin olvidar los aplausos de los padres de familia. Los nervios antes de salir a la competencia son normales. Y cuando está en el tatami experimenta la libertad que le permite actuaciones merecedoras del podio.
- Me gusta bastante este deporte.
Domini Sarmiento tiene 11 años y se inclinó por el karate, porque siempre sintió atracción por las artes marciales. El proceso que adelanta en el dojo le ha valido para ganar buen número de medallas y ha conformar la selección Colombia.
- Espero seguir con mi deporte y llegar lo más lejos posible para algún día ser karateca de talla mundial.
César Jáuregui y Dayana Valentina hacen parte de la selección y han ganado ese sitial merced al trabajo cumplido y al proceso que llevan. La trayectoria deportiva los ha hecho merecedores de medallas en torneos nacionales. Para alcanzar estos logros tienen respaldo de los padres para las salidas para competir. Los resultados están colgados al cuello y están revestidos de oro, plata y bronce.
RAFAEL ANTONIO PABÓN
Contraluz.CO Sólo Periodismo
