CÚCUTA.- Tras varios meses represados en la frontera entre Colombia y Venezuela, y muchos otros sin encontrar posibilidades en su país de origen, los migrantes venezolanos reaparecieron en las carreteras nortesantandereanas. Caminan rumbo al interior de Colombia o a otro país, con el objetivo de mejorar las condiciones de vida.
En el contexto de la pandemia, estos hombres y mujeres, de diversas edades, afrontan un problema de salubridad en la travesía. El posible contagio podría agravar cualquier situación de salud que presenten o afectar severamente a niños y ancianos.
Esta condición de los caminantes fija la atención de la Diócesis de Cúcuta, que, al acudir al llamado del papa Francisco de acoger, proteger, promover e integrar, une fuerzas para asistirlos y acompañarlos espiritualmente.
La Iglesia Particular de Cúcuta recibe una tercera fase de donaciones de parte del Papa Francisco, por intermedio de la Fundación Populorum Progressio. La ayuda se compone de 3330 paquetes alimenticios y 3330 kits de higiene y protección, que incluyen gel antibacterial y tapabocas. Serán distribuidos en 21 días, entre 250 y 300 entregas por jornada.
El Banco Diocesano de Alimentos (BDA) organiza el despliegue para ejecutar las donaciones. La primera entrega se cumplió el 13 de octubre y benefició a los caminantes entre Cúcuta y Chinácota. El BDA añadió a los paquetes bebidas hidratantes, frutas y gorras con la imagen del papa Francisco.