Como en este país del Sagrado Corazón casi siempre lo que se considera impensable hoy, es realidad mañana, y aunque sea por tranquilidad de conciencia ante la imposibilidad de influir como se quisiera para vencer el más pernicioso de todos los defectos humanos que es la indiferencia, no podemos pasar inadvertida la desvergonzada pretensión de los bandidos que negocian en la Habana sobre la asignación directa de curules en el Congreso.
Desnaturalizando la propia democracia que defienden nuestros hombres hasta el supremo sacrificio, y aprovechando la pusilanimidad y/o complicidad del gobernante de turno, pretenden ahora llegar a legislar sin participar en elecciones, en representación del mismo pueblo que no ha mucho tiempo colmaba las plazas y calles del País exigiendo: ¡No más Farc!
De llegarse a consolidar este exabrupto constitucional y legal por arte de pactos y reformas acomodaticias, entonces las Reservas de la Fuerza Pública con mayor legitimidad también tendrían derecho a exigir lo propio, pues sería inaceptable quedar bajo la férula revanchista del otro bando, sin siquiera tener derecho a la defensa en igualdad de condiciones. ¿Qué será de nuestra Fuerza Pública con una horda de bandidos legislando en contra nuestra? Hasta nuestros legítimos derechos serían desconocidos. Es una lástima que nuestra gente todavía no haya podido entender que la única salida posible para defendernos de tantas amenazas presentes y futuras, es la utilización de nuestro inmenso poder electoral para la creación de una colectividad política fuerte que contrarreste democráticamente tales amenazas. Aunque el que adivina calamidades sufre dos veces, y a sabiendas de que si se adivina bien nadie lo recordará y si mal nadie lo olvidará, nos es imposible permanecer impertérritos ante el oscuro panorama que avizoramos para el País con las tales negociaciones de la Habana y por eso condenamos vehementemente desde ahora, las muy probables concesiones del gobierno a la más reciente y desvergonzada pretensión de los bandidos de acceder, sin más ni más, al poder legislativo. ¿Será esta una justa retribución de la sociedad a quienes la han desangrado por más de medio siglo?
CAPITÁN JUAN ALFONSO FIERRO MANRIQUE
Presidente Analvet
Contraluz.CO Sólo Periodismo