Caminar tiene muchos beneficios, ayuda a oxigenar la sangre, promueve la dilatación de las arterias, mejora la circulación sanguínea y disminuye las probabilidades de padecer diabetes y enfermedades cardíacas.
Qué bueno sería que los fines de semana tratáramos de hacer actividades para disfrutar en familia… y una de esas actividades es caminar. No cuesta nada y tiene muchos beneficios.
Las caminatas en familia pueden ser programadas o espontáneas, eso no importa, lo que importa es calzarse cómodamente, llevar una botella de agua, gorra y disponerse a disfrutar.
Los invito a que caminemos hasta el monumento de la Virgen de Fátima, ubicado al final de la calle 8 en el barrio San Miguel, al occidente de Cúcuta.
La Virgen de Fátima, formalmente llamada Nuestra Señora del Rosario de Fátima- es la advocación mariana con la que veneran a la Virgen María en el catolicismo.
La tradición oral dice que esta aparición tuvo origen en los testimonios de los pastores Lucía, Jacinta y Francisco, quienes afirmaron haber presenciado varias apariciones marianas en Fátima (Portugal), entre el 13 de mayo y el 13 de octubre de 1917. Hace 100 años.
A partir de entonces, esta advocación extendió su fama al mundo y Cúcuta también le erigió un monumento a mediados del siglo XX. El sacerdote Guillermo Santamaría, para la época párroco de la iglesia San Antonio de Padua, lo construyó. La imagen llegó el 3 de diciembre de 1949, procedente de Bogotá e inaugurada el 18 de diciembre de 1949.
La estatua de la virgen, de 3 metros, reposa sobre una bola a manera de mundo. La estructura consta de una columna en concreto de 10 metros de alta.
La administración municipal tiene proyectado en ese lugar un ambicioso desarrollo turístico. El monumento a la Virgen de Fátima de Cúcuta es un faro de la ciudad y desde allá puede observarse una excelente panorámica. Alisten la cámara fotográfica para tomar las imágenes de recuerdo de esta visita.
MABEL ROCÍO LOZANO
Foto: Especial para www.contraluzcucuta.co