CÚCUTA.
Las veredas Campo 6 y Bertrania fueron los puntos de llegada de la caravana humanitaria, que partió el 12 de noviembre desde Cúcuta hacia Tibú. El ejercicio, convocado por organizaciones sociales y autoridades étnico-territoriales, se propuso en la Mesa Humanitaria del Catatumbo.
El grupo de trabajo impulsa la Estrategia de Mínimos, Alivios y Acciones Humanitarias y responde a lo propuesto en el Anexo de Acciones prioritarias en el eje 7 de acciones de verificación.
Las actividades de verificación, en el escenario de diálogo comunitario, se llevaron a cabo en dos espacios con participación de las comunidades. Cada espacio con 300 participantes, acompañados por organismos multilaterales, Diócesis y entidades nacionales, departamentales y locales.
De manera preliminar, se evidenció temor generalizado de las comunidades ante la constante presencia, principalmente en horario nocturno – de drones, y el aumento de minas y artefactos explosivos cercanos a los lugares de vivienda. Se reportaron los impactos que han dejado los enfrentamientos entre los grupos y estructuras armadas organizadas.
Se resaltan las afectaciones particulares a los liderazgos sociales, autoridades étnico territoriales y dirigencias comunales, que desarrollan labores clave en la región y en las acciones de afrontamiento ante la crisis humanitaria.
Desde la Mesa Humanitaria del Catatumbo se ha alertado en diferentes ocasiones sobre las afectaciones diferenciales contra mujeres, JAC y niños, adolescentes y jóvenes, este último especialmente en lo referente al acceso a la educación.
Existe preocupación sobre la dificultad que han tenido los menores de edad para volver a la escuela desde el inicio de las confrontaciones en enero. Esto se suma a la intimidación al personal docente lo que impide la continuidad del calendario académico.
Contraluz.CO Sólo Periodismo

