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CÚCUTA.- En el fútbol, a veces, no importa tanto dónde se comienza, sino dónde se desarrolla la carrera. En esos años va forjándose el deportista, mientras el hombre toma conciencia acerca del papel que desempeña en el club al que pertenece. Luego, se asume la responsabilidad de defender los colores del equipo al que se ha llegado.
Robert Rodríguez nació en San Gil, al mes de haber llegado al mundo lo trajeron a Los Patios, por cuestiones labores del padre se trasladó a Barrancabermeja y retornó a Cúcuta. Esas vueltas fueron necesarias para el aprendizaje del fútbol.
El club barranqueño Juventud Oro Negro, luego llamado Alianza Petrolera, lo vio nacer para el mundo balompédico. Eran los días de la diversión más que la pasión. Se jugaba con ciertas habilidades, pero no se tenía nada definido para el futuro. Los buenos momentos siempre se viven con los amigos de la infancia en la cancha.
Al volver a la capital de Norte de Santander se enroló en equipos aficionados. La vida estaba marcándole la trayectoria deportiva hasta llevarlo a las divisiones menores del Cúcuta Deportivo. Además, vistió el uniforme rojinegro de la selección Norte y ascendió a las filas de la segunda división motilona.
- Ahí me mantuve. Fui capitán del equipo y compartí con grandes amigos del fútbol, como Tino Asprilla. Después me retiré.
Colgó el uniforme como jugador en vía de ser profesional. Mantuvo la actividad deportiva y juntó experiencias con el ex arquero Alejando Sinisterra. Al lado del vallecaucano actuó como jugador aficionado, entrenador y asistente. Esa oportunidad que le brindó el precursor de los porteros goleadores hoy la califica como bonita.
- Sinisterra fue gran ser humano, trabajaba bien. Me enseñó lo que sabía.
Robert, como buena parte de los atletas, pensó en una nueva meta y se propuso estudiar. En la Escuela Nacional del Deporte se preparó en fútbol, en la Universidad de Pamplona cursó el diplomado en fútbol y en el SENA se tituló como tecnólogo en dirección técnica de fútbol. Es orgulloso, porque posee tarjeta de entrenador deportivo.
- Ahí vamos. Poniéndole el pecho nuevamente a esto de la primera C, en el club Santander del Norte, un gol por la vida.
Como entrenador, también, ha alcanzado logros que lo hacen henchir el pecho. Y más que títulos ha tenido la oportunidad de dirigir a jugadores que luego aterrizan en el profesionalismo. Hubo una temporada en la que la escuela aportó siete jugadores al Cúcuta. Recordó a Sebastián Santos, Edwin Quesada (juega en México) y Juan Diego Letrado (está en Malta – Italia). Y muchos otros talentos.
El grupo que dirige tiene la mentalidad, el criterio y el enfoque hacia lo que tienen que hacer, que es mostrar al jugador y proyectarlo.
- Fuimos campeones en Cali y en la Liga. He manejado nueve veces la selección Norte y hemos participado en torneos regionales.
Entrevista: RAFAEL LIZARAZO
Redacción: RAFAEL ANTONIO PABÓN
rafaelpabon58@hotmail.com
