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CÚCUTA.- Alfonso Sanabria hace un tiempo tomó la decisión de recorrer las calles cucuteñas en bicicleta. Va al trabajo y regresa a casa en este medio de trasporte convencido de que ayuda a la preservación del medio ambiente. El ejemplo lo tomó del gerente de Aguas Kpital, Hugo Vergel, que hace año y medio guardó el carro y no lo lleva a la oficina.
Un muestreo elaborado por estudiantes de la Universidad Francisco de Paula Santander en sitios estratégicos y glorietas por donde se cree circulan ciclistas urbanos, dio como resultado que en promedio se hacen 3000 viajes diarios. Al compararse la cifra con otras capitales de departamento se nota el poco interés existente en la ciudad.
En Bogotá el promedio llega a los 650.000 viajes y en Medellín sobre pasa los 400.000. En esas regiones colombianas se tiene mayor conciencia acerca de la contaminación. Un automóvil a diesel o gasolina emite 2,5 kg de gases cada 10 kilómetros. Las motos dos tiempos emiten 2,0 kg cada 10 kilómetros y las cuatro tiempos, 1,5 kg cada 10 kilómetros.
Los cucuteños tienen varias excusas para no adoptar la bicicleta como medio de trasporte cotidiano:
1.- El calor. Para hombres y mujeres resulta incómodo pedalear bajo los rayos del sol.
2.- La topografía. Los habitantes de las ciudadelas Juan Atalaya y La Libertad no se atreven a bajar al centro en bicicleta, porque el regreso es dificultoso por las pendientes que deben escalar.
3.- La inseguridad. Varios aspectos confluyen en este apartado. Miedo a ser atracados y temor a ser atropellados.
4.- Falta de estacionamientos. Los propietarios de bicicletas no tienen dónde guardar el velocípedo y lo amarran a los postes de la energía eléctrica o a un árbol.
5.- Falta de cultura. En general, los cucuteños no saben movilizarse en cicla.
“Estamos en una ciudad en la que por muchas circunstancias la gente actúa con falta de cultura. No se piensa en el otro. Cada uno piensa en lo suyo”, reconoció Alfonso Sanabria, miembro de la Comisión de Ciclismo Urbano. “Hay que pasar a la cultura solidaria en la que se piense en el otro”.
La Comisión promueve el uso de la bicicleta como medo de trasporte alternativo. La experiencia de otras ciudades muestra que es una buena herramienta, con muchas ventajas para la salud, el trasporte y el desarrollo urbanístico. También, ayuda a solventar el caos de los vehículos, que es el punto central de la movilidad.
Entre ciclismo urbano y ciclismo recreativo hay ciertas diferencias. El recreativo lo practican quienes toman la bicicleta y hacen un recorrido por diversión, por deporte. “Estos grupos han crecido y en Cúcuta se aprecian los ciclopaseos nocturnos, en los que participan entre 300 y 500 aficionados, con rutas preestablecidas”.
El urbano usa la bicicleta como medio de trasporte para ir al trabajo o al estudio. “Algunos hemos tomado esta decisión y estamos haciendo este tipo de actividades para aportar en la consecución de una mejor ciudad”, dijo Sanabria. En la pirámide de la movilidad el peatón es el más débil, luego está la bicicleta, después los trasportes públicos y por último el privado.
RAFAEL ANTONIO PABÓN
Foto: www.contraluzcucuta.co
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