CÚCUTA.- Un hombre, no identificado, en proceso de resocialización en la Fundación El Camino, tomó pintura de diversos colores y dejó volar la imaginación. Al final del trabajo entregó el mural, ubicado en uno de los soportes del puente ‘Eustorgio Colmenares’, sobre la Diagonal Santander.
En el hogar de paso busca salir del mundo de las drogas, en el que cayó sin darse cuenta. Ahora que lucha por abandonar esa vida consumida por el vicio envió un mensaje a los cucuteños. “La mejor medicina para curarse de este problema es decir no”.
El personaje anónimo se unió a trabajadores de las empresas de aseo y agua de la ciudad, estudiantes del colegio Carlos Pérez Escalante, comunidad y agentes de la Policía Metropolitana para limpiar y recuperar el Canal Bogotá y el puente.
El objetivo de la jornada fue recuperar los espacios de mayor circulación peatonal y vehicular convertidos en zonas vulnerables para cometer delitos. El trabajo duró una semana, tiempo en el que personal de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes y del Área de Prevención Ciudadana desalojaron a 22 habitantes de la calle que permanecían en el lugar.
Luego, efectuaron trabajos de limpieza y recolección de cuatro toneladas de residuos sólidos, proceso que contó con apoyo de la Fundación El Camino. Obreros de una empresa local de servicios públicos lavaron la infraestructura del puente y del Canal Bogotá.
El lugar, conocido como el ‘puente colgante o de tirantas’, se ha convertido en zona vulnerable para la estancia de hombres y mujeres dedicados a la venta y comercialización de estupefacientes.
El alumbrado en la parte inferior obstaculizará el tránsito de atracadores, en las noches, y facilitará la vigilancia y control por parte de la Policía.
Al finalizar la campaña social, se llevaron a cabo actividades de pintura de los laterales del canal y la creación de murales con mensajes de convivencia y seguridad ciudadana. Se cumplió con la poda de maleza de un lote baldío aledaño, para evitar la existencia de guaridas para los delincuentes.
La iniciativa contó con la participación de la empresa privada, los comerciantes y residentes de la zona y 36 estudiantes del Colegio Carlos Pérez Escalante, del barrio San Luis, que conforman el Grupo de Apoyo Comunitario (Graco) de la Mecuc. El objetivo es ofrecerles a los usuarios de las vías y a los residentes espacios seguros para las actividades diarias.
Contraluz.CO Sólo Periodismo