CÚCUTA.- Largos minutos de humor político vivieron los cucuteños que atendieron la invitación al auditorio de la Universidad Francisco de Paula Santander para escuchar a Daniel Samper Ospina en la presentación del libro ‘Sálvese quien pueda’.
El escritor bogotano, heredero del periodismo irónico y satírico, expuso con conocimiento de causa los hechos ocurridos en las últimas décadas en el país y que involucran a hombres y mujeres metidos en el ámbito político.
Tras el repaso de las figuras nacionales, casi al cierre de la exposición, les dedicó unas líneas a los exponentes cucuteños de esa clase dominante en Colombia.
La portada del libro es un arca, a manera de la nave construida y utilizada por Noé para salvar del diluvio a las especies animales. Samper tuvo la libertad, como el personaje bíblico, de escoger a quiénes convidaba a pasar a la embarcación. Otros, nadan en el mar para salvarse y a los demás no los convidó.
Entre los que no llevó al arca está el alcalde Donamaris Ramírez, “porque no sé a qué sexo pertenece”. Se preguntó si acaso no se llama “Doña Amaris”. Tampoco cree lógico que alguien que se llame Amaris deba llevar el prefijo Don.
Le recordó la grabación que se conoció a principios de semana que lo involucra con el ofrecimiento de dinero a los concejales para que aprueben un proyecto de acuerdo. “No lo dejaré subir al arca”.
Daniel Samper dejó subir en la nave al senador Juan Fernando Cristo, por quien aseguró que guarda especial afecto. El auditorio, incrédulo de esa declaración de cariño, estalló en risas. La admiración se la guarda por haber tenido el coraje de poner a consideración de los cucuteños la candidatura de su hermano Andrés para la Alcaldía.
También, trajo a colación la alianza con Ramiro Suárez, a quien llamó “el paramilitar”, y en un perfecto juego de palabras y de semejanzas dijo que Cristo, ponente de la Ley de Víctimas, se alió con el exalcalde para asegurarse de que la norma nacional tuviera clientela propia.
En la tercera de las anotaciones sobre el senador, Samper Ospina afirmó que le agrada el “coqueto acento francés” de Cristo y lo comparó con el tono de voz de la feminista Florence Thomas, columnista del matutino bogotano El Tiempo.
La otra alusión a los políticos nortesantandereanos recayó sobre el expresidente del Congreso, Juan Manuel Corzo. “Me declaré corsario”. Acompañó el comentario con una caricatura del senador conservador con dos galones de gasolina en las manos. “Nadie mejor que Corzo para dirigir una sesión ordinaria”.
La exposición hilarante de Daniel Samper Ospina dejó satisfechos a los asistentes, porque alguien venido de la capital de la república les dijo de frente lo que en la ciudad se escucha en los pasillos. “No dejó títere con cabeza”, concluyó un satisfecho espectador.
RAFAEL ANTONIO PABÓN