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CÚCUTA.- El grito que lanzaron los gramaloteros y que ha servido como lema de la campaña para evitar el olvido, cobra fuerza con la decisión del Fondo de Adaptación de mantener disponibles los $87.000 millones, “hasta el momento en que se inicie la reconstrucción” del nuevo municipio.
‘Gramalote vive’ comenzaron a decir los damnificados al otro día de la tragedia, ocurrida el 17 de diciembre de 2010. A pesar del dolor por la destrucción del casco urbano, los hijos del pueblo sintieron la necesidad de darse aliento mutuo y lo han conseguido en los últimos 19 meses. Ahora, Gramalote ‘sigue vivo’ en el presupuesto de la nación.
La Mesa de Trabajo para el Reasentamiento de Gramalote, presidida por la gerenta del Fondo de Adaptación, Cecilia Álvarez-Correa Glen, y conformada por el gobernador Edgar Díaz, la alcaldesa Sonia Rodríguez y representantes de la comunidad, llegó a los siguientes acuerdos:
1.- Incluir a la veeduría del proceso y a las asociaciones comunitarias en el trabajo de la Mesa. El padre Fabián Stapper, por parte de la veeduría, y Pedro Ruiz, por las asociaciones, entregarán documentos que certifiquen que son los representantes y especificarán cómo quieren participar y qué ejercicios proponen.
2.- Continuar en la búsqueda del lote que cumpla con las necesidades de reubicación de los gramaloteros. La Sociedad Colombiana de Geología visitará los terrenos en Pomarroso y Miraflores para analizar la situación y recomendar las acciones que deben seguirse. Los mapas de amenazas en los dos lotes los elaboró el Servicio Geológico Colombiano en escenario de sismo superior a seis, y fueron terminados dentro del calendario establecido por el Fondo de Adaptación.
3.- No habrá caducidad para los recursos asignados para la reconstrucción de Gramalote. Los $87.000 millones asignados, continuarán disponibles hasta el comienzo de la reconstrucción.
4.- El costo de los estudios geológicos y de la gestión social que adelanta la Universidad Simón Bolívar no están cargados a los $87.000 millones. El presupuesto se mantendrá intacto.
Los gramaloteros, a partir del 17 de diciembre del 2010, se han “excedido en paciencia, sobrellevando la tolerancia y mostrando amabilidad hacia el Gobierno”. Esta es la percepción de los nortesantandereanos, según Camacol, en el tiempo trascurrido a partir de la tragedia que acabó con el municipio.
