1.- Si Cúcuta como ciudad fronteriza tiene interés en fomentar el turismo y anhela que experimenten una grata permanencia quienes la visitan, lo apenas elemental radica en hacer de Cúcuta y de la frontera una ciudad y frontera amable y facilitar los desplazamientos otorgando seguridad y confianza.
Y eso, en conjunto, debieran propiciarlo los municipios que hicieron parte de la Zona de Integración Fronteriza (ZIF)- nacida bajo la conceptualización de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), y en cada uno, todos aquellos que hayan entendido que la mancomunidad de intereses en una zona de frontera es superior – en muchas ocasiones – a la noción de soberanía y de límites, porque alimentar la unidad de propósitos y de acciones compartidas o conjuntas, en procura de un beneficio colectivo bilateral es defender el ámbito y entorno de una relación fraternal y el derecho de uso que ella genera. Esa atracción se fortalece y consolida con el menor número de dificultades y la facilitación de un tranquilo vivir.
2.- Efectuada la confrontación y definido lo que mejor debe hacerse, en cuanto al desarrollo y perspectivas de La UFPS, lo que viene, necesariamente, debe implicar no solo la reestructuración administrativa y operativa, sino un mejoramiento y proyección de planes, programas y proyectos académicos, dentro de una visión más moderna y comprometida en las exigencias profesionales de hoy, sin olvidar el serio y obligante compromiso endógeno que tienen la universidad y cada docente con la región y con la gente.
Llegar a desestimar o a relegar a segundos o terceros planos esa interrelación con el medio en donde actúa y ejerce su influencia un núcleo o entidad formativa sería tan grave como no reconocer que en el campo educativo nos falta recorrer muchas instancias, incluidas las investigativas, dado que para ser educador y de una zona tan atípica y heterogénea como la nuestra se requiere comprender y entender lo que falta y lo que se necesita.
3.- En lo estrictamente político o de nivel directivo, el panorama es claro y determinante. Hay urgencia de un replanteamiento en todos los partidos y de manera especial en el ordenamiento legislativo, habida consideración de las necesidades que en incentivos, estímulos y mecanismos requiere la región, para encarar el drama del mejoramiento infraestructural y de servicios, junto al reto de desarrollo y competitividad con otras zonas y regiones. En ese llamamiento y proceso de renovación, también, están comprometidos la oposición y el sector privado, básicamente: por no propiciar la ampliación de la representatividad y dar pie a la pasividad y al silencio.
JOSÉ NEIRA REY
Notas al margen