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CÚCUTA.- ¿Por tradición o por dinero? Es la pregunta que muchos ciudadanos se hacen, aunque la mayoría cree que llegar a un puesto político tiene como objetivo el conseguir recursos económicos. Algunos políticos han decidido llevar a miembros de la familia a pertenecer al mismo círculo y forman un árbol de nepotismo.
Aunque ellos dicen hacerlo por tradición, por amor, por ayudar a la comunidad como líderes que son y que conocen del medio, el pueblo opina que lo hacen por enriquecerse y con varios miembros del clan en esas esferas es más fácil que se apoderen de los puestos de mando.
A lo largo de la historia política de Norte de Santander aparecen familias involucradas en este oficio. En el pasado los Colmenares Baptista tuvieron a Eustorgio en la alcaldía de Cúcuta (1966 – 1970) y a León en la Gobernación de Norte de Santander. También a la sobrina Margarita Silva de Uribe en la Gobernación (1982 – 1983) y en la Alcaldía (1988-1990).
Los Cristo han tenido a tres integrantes en el medio político. Inició el papá Jorge, ex senador de la república, asesinado en 1997, seguido por el hijo Juan Fernando, senador entre 1998 y 2014, y ahora ministro del Interior. Cedió la curul al hermano menor Andrés, quien fue asesor jurídico en Bogotá y personero de Cúcuta hasta el 2011. Es senador de la república para el periodo 2014 a 2018. Aspiró a llegar a la alcaldía, pero fracasó en el intento.
El presidente del Concejo de Cúcuta, Eduardo Antonio Gerardino Mandón, se hizo a un costado para abrirle paso al hijo Yilmar Antonio, electo para el periodo 2016 – 2019. El heredero, al explicar la sucesión en la corporación, dijo que “conocemos muchas necesidades de los cucuteños. Nos gusta ayudar a la gente y llegó la hora de hacer el cambio por la ciudad. Mi padre lleva entre 15 y 20 años tratando de sacar adelante la ciudad, porque más que la plata, mi familia busca el progreso, la política está en nosotros por creencia”.
Eduardo Gerardino, lleva dos periodos en el Concejo, inició en el 2004. Pretenderán involucrar a la familia en la política, más allá de ellos dos, por el bien de la comunidad y porque están cansados de la manipulación y del mal manejo que se le ha dado a la ciudad en otros periodos.
Otra generación familiar involucrada en la política, es la Flórez Rivera. Miguel Ángel estuvo en el Concejo de Cúcuta, la Asamblea de Norte de Santander y la Cámara de Representantes. Luego del retiro forzoso, su hermano José Luis tomó las banderas del movimiento Apertura Liberal. Como vocero de ese grupo ocupó una butaca en la Cámara de Representantes y cargos en la Gobernación y la Alcaldía.
Rocío Dávila, esposa de Miguel Ángel Flórez, mantuvo la hegemonía política. Pasó por el Concejo y la Asamblea y una secretaría departamental. Ahora, el turno es para Miguel Ángel Flórez Dávila, hijo de Rocío y Miguel Ángel. En octubre, fue electo concejal de Cúcuta para el periodo 2016 – 2019.
“La ciudad necesitaba líderes, estos espacios la sociedad los pedía y hemos sabido representar de manera correcta. Mi familia y yo hemos estado en la política, porque es una pasión esta bella profesión. Son nuestros ideales, porque ser líder no es cualquier cosa y los Flórez han demostrado ser líderes de verdad. Esto es una hermosa disciplina y cualquiera se enamora de ella”, opinó Flórez Dávila.
La familia Celis Carrillo también tiene antecedentes en la política. Abrió las puertas el papá Carlos, que llegó hasta el Senado luego de ocupar curules en las corporaciones locales y cargos por designación política. El hijo Carlos Augusto recibió las banderas del movimiento paterno y estuvo en el concejo de Cúcuta varios periodos y pasó a la Cámara de Representantes. José Joaquín Celis, miembro de este clan, trabajó en el Instituto de Seguros Sociales (Cúcuta). Juan Pablo Celis, hijo de Carlos Augusto, ocupó un escaño en el Concejo y en la siguientes aspiración se quedó sin respaldo popular. Ocupó cargos oficiales en la Alcaldía.
Otros Celis, proveniente de Gramalote, también se han movido en el mundo político. Inició Alfonso Celis Rincón, alcalde del desaparecido municipio (2008). Tras su muerte, lo sustituyó el hermano Rafael, a quien le correspondió afrontar la catástrofe del 2010. El tío Carlos León Celis fue representante a la cámara y en el 2015, Tarsicio Celis Rincón fue electo alcalde de Gramalote. Alonso León Celis se lanzó al Concejo de Cúcuta y no alcanzó a coronar la aspiración.
Por el lado de los Corzo están Juan Manuel, senador de la república desde el 20 de julio del 2002. En el periodo 2010 – 2014 fue elegido presidente de la corporación por un año. Juan Felipe, de 24 años, acaba de ser electo como concejal de Cúcuta.
Albino García Fernández estuvo en el Concejo de Cúcuta, ocupó la secretaría de Gobierno Municipal y saltó a la Cámara de Representantes. Su esposa Saida Yanet también ocupó una silla en las corporaciones públicas y su hermano Rafael Yanet es de los barones electorales de Villa del Rosario. Juan Carlos García, hijo de Albino, lleva dos periodos en la Cámara de Representantes.
Como se puede apreciar, son muchas las familias que han vuelto la política parte de su vida; han inculcado en hijos, hermanos, primos y sobrinos esta profesión “para ayudar a la comunidad”, aunque el pueblo opine que es parte de una estrategia para que los parientes permanezcan en el medio y así obtener beneficios, principalmente, económicos.
ANGIE MIRANDA y BRYAN ALARCÓN
Estudiantes de Comunicación Social
Universidad de Pamplona
Campus de Villa del Rosario
Foto: Archivo
