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CÚCUTA.- La casa es normal. Pertenece a esas edificaciones de barrio de estrato dos. En la sala están los muebles, a un lado los dormitorios, la cocina al fondo y al frente el patio de ropas. El último de los cuartos está convertido en estudio de grabación musical, y así se diga que este espacio “no es una plataforma de artistas regionales” sí es la habitación en la que comienzan a tomar forma sueños jóvenes. La casa está en seguida de una esquina, en Motilones (Cúcuta). Se llega fácil en buseta, no hay posibilidad de perderse.
La dirección exacta le dio nombre a la fundación Quinta con Quinta, que acaba de obtener el reconocimiento de la sociedad cucuteña por el trabajo emprendido a favor de comunidades desposeídas. El galardón lo entregaron en la Semana por la Paz.
– En medio de la tristeza, mantenemos la sonrisa, el mundo va muy aprisa y no nos deja ni pensar, aunque a todo pongan precio, mantenemos nuestro sueño, de mis sueños soy el dueño que viva la Libertad!
Quinta con Quinta nació de un proceso dinamizador impulsado por Jorge Botello. Ahí, sin proponérselo, comenzaron a asomarse sueños similares. Han entrado y salido jóvenes con distintos intereses. Al final, queda la satisfacción de saber que sin ese movimiento de seres humanos “el sueño no hubiera sido lo mismo”. Después de seis años de trabajo, la fundación es un medio, no un fin.
A la Quinta han llegado muchos y se han quedado los que reconocen que es un proyecto artístico. Es un espacio en el que se encuentran hombres y mujeres para usar el arte como medio. También, “es un gimnasio de sueños”. Esa es la definición que le gusta a Jorge Botello, porque en ese cuarto del fondo de la casa llegan para ejercitarse sin buscar la fama, el renombre o el dinero.
El grupo de amigos comenzó a reunirse sin un propósito, sino por el gusto por lo que hacían. Jorge había comprado un computador y esa era la mejor disculpa para estar juntos. Un día cualquiera, sin proponerse hacer “un parche”, decidieron armarlo y al buscar el nombre surgió ‘Quinta con Quinta’. No hubo esfuerzo, surgió de la dinámica. “Es un nombre sonoro y genera recordación”, dijo Jorge Botello.
AHIMAN Y LA QUINTA CON QUINTA
En el cuarto de grabación se prepara el próximo proyecto que Quinta con Quinta presentará en sociedad pronto. Surgió de un concurso en el que se inscribieron y ganaron. Trabajan miembros de la fundación Hoasis, encargada de velar por la integridad de niños y jóvenes portadores del VIH.
– El corazón lleno de fuerzas y el estómago vacío, una ciudad calorosa rebosa de individuos fríos, un presente insistente en que ya todo está perdido, una televisión lejana a la realidad que vivo.
Las canciones surgieron de talleres y ahora pasarán a la musicalización, orientados por Ahiman, voz griega que significa ‘hermano de un don’. Ahiman es el personaje creado entre Jorge Botello y Pepe. Botello es el niño al que educó la sociedad, al que le dijeron qué tenía y qué no tenía que hacer, al que le suministraron información por montones acerca de leyes y de costumbres, y al que le dijeron cómo debe comportarse. Pepe, en cambio, es el muchacho de barrio, el amigo, el que se formó en la calle, el que encontró la solidaridad y se cuestionó sobre algunos aspectos, y el que no compartía ciertas consideraciones de Jorge. “Ahiman es la creación de alguno de los dos. No sé de quién es. Ahiman es el que al final los pone de acuerdo, el que sale, habla”.
Por fortuna Jorge y Pepe le dieron vida a ese hombre de apariencia tímida. Cubre la cabeza con una gorra, viste franela ancha y bluyín, que combina con tenis normales. Las gafas le dan un aire distinto al rostro, mientras la sonrisa refleja sinceridad. Es delgado de cuerpo y fuerte de pensamiento al cuestionarse. “En este momento no me doy cuenta de nada de lo que hago. Solo sé que me gusta hacer cosas, que pienso en las vainas y digo ‘chévere hacer esto’”.
Si por la apariencia física se quisiera formar una idea de Ahiman, bien podría decirse que es un hombre arrastrado por los nuevos modelos musicales, el rap, el hip hop y el reguetón. Si se escuchan con atención sus planeamientos surge el rebelde con valores. “Primero la honestidad, sin ser perfecto, ha sido clave para que sigan creyendo”. Y despacha una frase prestada para reiterar lo concebido. ‘Cuanto más subes, más dejas el rabo al descubierto’.
Antes, la idea fundamental era cambiar al mundo. Ahora, la revolución más importante es la que se hace de piel hacia adentro, desde el individuo y cuestionar el corazón y la mente. “Somos esclavos del saber. Todos saben cómo cambiar el país. Es bueno preguntarnos ¿cómo escuchar así a una sociedad que sabe tanto?”.
– Barrios que festejan y mantienen la esperanza y tercos como una mula la esperanza no se cansa, aunque todo se complique, lucho por lo que creo, que la vida pinte… la que yo se la coloreo… metiéndole muchas ganas desde que éramos pequeños pues… nadie dijo que era fácil eso de cumplir los sueños…
EL PRIMER DESPERTAR
La Quinta apareció cuando Ahiman ya había salido a Caracas y San Cristóbal, en Venezuela; Bogotá y Bucaramanga, en Colombia. Ese trabajo con las comunidades lo llevó al cuestionamiento. “Cuántos años llevo cantando y hay muchos lugares en los que la gente no tiene ni idea de lo que es un derecho”.
Quinta con Quinta le ha sacado a Ahiman, además del trabajo, un poco la visión, las ideas y la energía. La filosofía y el trabajo por la humanidad, a pesar de no tener título profesional. “Detesto que me tomen como ejemplo, aunque reconozco que soy un referente”.
– Hago lo que me gusta, no vivo una vida ajena… y si todo sale bien… mucho lo disfrutaré… y si todo me sale mal… bueno sé que lo intenté, no tendría que preguntarme qué es lo que habría pasao si no hubiera renunciao a lo que quise de pelao…
Un cuentero llegó un día al colegio de Juan Atalaya, donde Jorge todavía no era Pepe y mucho menos Ahiman. El hombre aquel embelesó a los alumnos con la palabrería y el manejo del auditorio. A Botello lo despertó para el mundo que años después crearía. “Nos tenía callados en el coliseo. Me impresionó. Iba en sexto, tenía 10 años”.
A partir de entonces la vida cambió. Ahora, para trasmitir ese pensamiento y para hacer que la gente le crea tiene como fuente principal la charla con la gente. Le gusta escuchar y que lo escuchen. Es hablador, conversador, y en cada conversación escucha aquello que lo hace pensar.
“No es un cuestionamiento que se queda en la queja y en el llanto, sino una queja válida porque hay mucha injusticia”.
¿Y si no hubiera encontrado en la música el canal para trasmitir los pensamientos cómo lo hubiera hecho? Para responder echa mano de una definición propia. “El hip hop es solo el medio, es la herramienta”. Toma prestada otra frase para reafirmar el concepto. ‘Si el rap fuera una religión hace rato me habría marchado’. Ni siquiera el rap puede decirle qué es o no es. No le gusta la palabra artista. “Soy una persona que desarrollo un arte, que no se me olvide que soy persona”.
Otro término con el que se siente identificado es ‘dinamizador’ de todo ese potencial y esos sueños que tiene, pero que están opacados. “Uno empieza y comienza a contagiar a uno y a otro y a otro. Cuando uno dinamiza todo empieza a moverse. No sé que hubiera sido, pero algo hubiera hecho”.
– Fue la necesidad la que nos hizo fuertes. Frente la adversidad terminamos por crecer, madurar es comprensible, algunos maduran tanto que terminan insensibles, los deseos de volar acaban en una fosa y creen que el éxito es llenar una casa con cosas
“Si el rap no vino a cambiar el mundo, por lo menos vino a cambiar el mío”. Algo hubiera sido, tal vez no tan visible.
– Entonces no pongamos los anhelos en espera… ni permitamos que nuestro niño interior muera… que la vida es una sola con sus gozos y sus penas.
RAFAEL ANTONIO PABÓN
Foto: MARCO SÚA
