1.- Con sorpresa y no poca preocupación he captado que entre nosotros no surgen iniciativas, ni acciones de conjunto, sobre lo que requiere la región, mientras prospera la inseguridad, avanza la desocupación y una irrupción delincuencial con horrendos resultados acapara los titulares de los medios escritos, radiales y televisivos, sin que surja una convocatoria de las autoridades, asociaciones y gremios, con el fin de plantear al Gobierno, al Congreso y a la población una actitud de trasformación y cambio, que comprometa planes y programas que vayan hasta el meollo de la situación y permitan un giro hacia el progreso y el desarrollo, mediante incentivos, estímulos, mecanismos y políticas inspiradas por la ubicación geoestratégica que posemos, la ventajas comparativas que no utilizamos y la necesidad de crear fuentes de empleo, mediante la innovación, la modernización de gestiones y las nuevas tecnologías y sistemas operativos.
Además, pudiendo ofrecer y brindar a los empresarios de Venezuela y de otros lugares del mundo la oportunidad de conjugar empeños, mediante Parques Industriales, Parques Tecnológicos, Zonas Francas, Maquiladoras, etcétera, opciones y perspectivas de alcance nacional e internacional. Contando, igualmente, con Acuerdos y Entendimientos con universidades y centros de estudio y valoración, para la preparación y la capacitación de lo que sea necesario e inaplazable.
2.- Nos atrevemos a formular estas apreciaciones, porque pareciera flotar un ambiente de incertidumbre y desinterés ante la magnitud de los problemas en Venezuela y la polarización sobre el desenlace de los hechos que dominan el panorama y la realidad de nuestro hermano país, cuando lo que debiera constituir positivo es todo lo que promueva y permita ayudar a salir de las limitantes que hoy complican el desenvolvimiento de millones de venezolanos.
La Zona Fronteriza Colombo-Venezolana bien puede transformarse en sede y motor del desarrollo de importantes empeños y prospectos integracionistas y de amplia perspectiva si se hace un giro y un acomodamiento cierto y constructivo sobre lo que hay por proyectar en industrialización y análisis de mercados en muchas áreas y especialidades.
3.- En lugar de perder el tiempo formulando conceptos y apreciaciones sobre la politizada maraña de lo que acontece y que deben definir los venezolanos, lo valedero y trascendente radica en respetar ese fuero interno que les corresponde cumplir y ojalá lo más inmediatamente posible, para que surja la paz y se retorne a la libre determinación en un ambiente de coordinación y de progreso. Hay tanto por hacer, que bien vale propender por la unión y la labor en equipo.
JOSE NEIRA REY