1.- La región, y la zona fronteriza en general, lamentan y de manera clara y evidente que las relaciones colombo-venezolanas hayan llegado a los extremos y determinaciones que hoy experimentamos y que no facilitan, ni permiten un obrar y un desarrollo como los que esperan los cientos de miles de pobladores.
Llevamos años y años de una integración fallida, una inoperancia representativa y una ausencia de respaldos y apoyos para la generación de empleos, el aprovechamiento de ventajas comparativas y la canalización de esfuerzos y recursos en gestiones integracionistas y promotoras de acciones y empeños, que surgieron desde los años de la Independencia y la creación de la Gran Colombia -200 años atrás – situación que esperamos ansiosamente se trasforme en una verdadera y constructiva unión y labor compartida, como lo anhela y quiere la gente de frontera.
2.- El aprovechamiento del aeropuerto internacional de Cúcuta, el establecimiento del Banco Colombo-venezolano, el impulso a parques industriales y tecnológicos, más una moderna integración vial para ampliar y mejorar los contactos y los acercamientos, junto al mejor aprovechamiento hídrico y de los recursos que registra la zona fronteriza, facilitarían e imprimirían al empleo, desarrollo y bienestar de venezolanos y colombianos, lo que necesitan y como se analiza y pregona en reuniones y encuentros parciales de comerciantes y empresarios cuando se enfoca nuestra realidad.
3.- Trascurridos 200 años de la etapa independentista y formativa de la Gran Colombia, lanzamos un sincero llamamiento a la unión y a la labor compartida, convocando a las autoridades de todos los sectores que conforman las dos naciones para que la Villa Histórica del Rosario sea calificada y como tributo a lo acontecido y propuesto, como ‘la capital de la integración en América’.
Y, nos atrevemos, con todo respeto, a exponer lo anterior, porque no podemos seguir como vamos. Hay que destacar que colombianos y venezolanos somos hermanos y fraternos defensores de la labor en equipo, junto al deseo de progresar para que todos avancemos en el mejoramiento integral de nuestras familias y regiones.
Además, Colombia y Venezuela unidas y forjando un futuro digno y estimulante, constituirán un ejemplo para los integrantes de nuestro mundo.
JOSÉ NEIRA REY