¿Cómo vocero de la comunidad LGBTI en Cúcuta cómo le parece el fallo de la Corte Constitucional acerca de la adopción de niños por parte de parejas homosexuales?
Los líderes de las comunidades que trabajamos por los derechos de las minorías sexuales consideramos que no es la decisión que esperábamos. Durante muchos años hemos estado esperando que se nos brinden los mismos derechos que a la comunidad heterosexual. Aplaudimos que por lo menos a una pareja del mismo sexo, en la que uno de los dos sea el padre biológico, pueda adoptar al niño. Antes, los padres heterosexuales se los quitaban a las mamás, si eran de orientación sexual diferente. Consideramos que hay que seguir manteniendo la aspiración, somos ciudadanos y tenemos derechos. Es un aspecto legal, no es religioso ni científico. Es una cuestión de derechos que se nos deben garantizar como colombianos que somos.
Hay posibilidad que el Congreso estudie un proyecto de ley sobre el particular, ¿cree que puede ser el turno para la adopción de hijos?
Según las organizaciones creemos que la lucha hay que seguirla dando con la Corte. El Congreso todavía no ha podido legislar sobre el tema y los tiempos son muy cortos en sus periodos de legislación como para tocar un asunto tan amplio y complejo como este. Creemos que hay presiones religiosas, de la Procuraduría General de la Nación, para que no nos garanticen los derechos a las minorías sexuales. La institución a la que siempre vamos a acceder es la Corte, porque allí encontramos más eco que en el Congreso. Algunos senadores han estado de acuerdo con la adopción de niños por parejas del mismo sexo.
¿El fallo puede considerarse discriminatorio?
Por supuesto. No nos están reconociendo unos derechos que tenemos como ciudadanos. La población colombiana no es exclusivamente heterosexual. Nosotros somos una población amplia y visible, y como pagamos impuestos y cumplimos con nuestras responsabilidades esperamos que un Estado social que dice respetar el derecho, respete nuestros derechos fundamentales y constitucionales. Uno de esos derechos es el desarrollo de la libre personalidad, no profesar la religión que queramos y elegir las parejas que creeos podemos formar familias como parentales. Es discriminatorio, se siguen diferenciando, se siguen dando derechos a la comunidad heterosexual y no a la homosexual de este país, lo cual sigue vulnerando y violando la constitución y los preceptos. Creo que es más un tema de presión religiosa y social que legal. La gente siempre enfoca los derechos de la comunidad LGBTI como algo moral o religioso.
¿Qué tantas parejas se ven afectadas en Cúcuta con esa decisión?
No tengo un censo de cuántas parejas existan en Cúcuta en proceso de adopción o que hayan buscado esta figura para formar una familia homoparental. Muchos miembros de la comunidad LGBTI ni siquiera han pensado en ser padres. No es tener un niño ni adoptarlo, sino que es una cuestión de derechos. Si se los reconocen a los heterosexuales por qué a la pareja homosexual por qué se les niega. En cierta forma se vuelve discriminatorio y en cierta forma se vuelve preferencia el hecho que a unos se les pueda permitir la adopción y a otros no. En Cúcuta no sé qué tanto afecta, pero cuando hay parejas organizadas y familias independientemente de su orientación creo que hay más responsabilidades.
El hecho de legalizar a la comunidad LGBTI y de no negarle derechos hace que haya menos promiscuidad, menos agresión de la sociedad y que se puedan constituir como familias, independiente de las preferencias sexuales. Creo que eso es lo que nos hace falta, es un tema relacionado con la salud pública. En Colombia, donde no se aceptan, no se respetan, no se garantizan esos derechos la gente cree que no tiene la posibilidad de formar un hogar, de tener un hijo y de vivir una vida más responsable. El hecho de conformar una familia es porque hay un proyecto de vida entre dos personas y está el derecho a ser padres.
Muchos heterosexuales, en este momento, maltratan y matan niños. En todos los maltratos no se ha dicho que homosexual o pareja homosexual o de lesbianas asesinó a un niño. No entendeos por qué se nos niegan esos derechos. En este país no hay igualdad de derechos para los ciudadanos.
En estos días, monseñor Julio César Vidal, obispo de Cúcuta, dijo que una mala familia crea sicarios, ladrones y prostitutas ¿qué comentario le merece esa apreciación?
Es una estigmatización contra los miembros de la comunidad LGBTI. Hay muchos heterosexuales asesinos, ladrones y drogadictos. Pienso que eso no tiene nada que ver con las preferencias sexuales de la persona. Lo que pasa es que siempre se nos relaciona con esos temas y es como una estrategia que tiene la Iglesia para no reconocer nuestros derechos. Hijos de parejas homoparentales son niños heterosexuales. Nada tiene que ver la preferencia de los padres para el crecimiento, el desarrollo y la identidad de un menor. Un niño lo que necesita es educación, principios y amor. Esa es una condición que podemos dar. Somos mucho más centrados y más responsables que los padres heterosexuales, en los que los hijos han sido grandes delincuentes.
¿Los chistes homofóbicos le resbalan?
Me parecen que son discriminatorios y generan homofobia. La gente sigue viéndonos como unas caricaturas, como figuras burlescas. La verdad es que somos seres humanos que también sentimos, pensamos, vivimos y que podemos llevar una vida corriente. Ese tipo de actitudes demuestran que no estamos preparados para respetar la diferencia. Ese es básicamente el problema del país, nosotros no respetamos a las gordas, a los afrodescendientes, a los bajitos, ni a los altos. Esto es un problema cultural. A uno no lo deben juzgar por la cama, sino por los valores y por el ser humano que es.
¿En Cúcuta hay más parejas de hombre – hombre o mujer – mujer?
Creo que son más estables las parejas de mujer – mujer al definir una relación y tener familia. Pienso que ellas están más seguras de lo que quieren y de ser familia homoparental. No puedo dar un censo de cuántos homosexuales hay en la ciudad, pueden ser 3000 o 5000, pero que se sepa cuántas parejas hay constituidas, no. Conoceré 10 o 20 que son las más cercanas a mi hogar. Tengo constituido un hogar, sin hijos, pero es un hogar. Ambos trabajamos, ambos aportamos, tenemos metas, compartimos, hacemos lo que hace cualquier pareja heterosexual.
La Iglesia ha querido vernos como enfermos, sodomitas, desviados. Para amar solo se necesita tener sentimientos y tener corazón. Lo importante es que haya mejores seres humanos. Heterosexuales hay muchos, pero la calidad no es la mejor.
RAFAEL ANTONIO PABÓN
Foto: www.cristianosgays.com