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CÚCUTA.- Sencillo, conversador y dicharachero, así es Martín Emilio Cochise Rodríguez. Tiene los músculos marcados. A sus 70 años, el campeón de campeones, aún practica ciclismo y se entrena 80 kilómetros diarios.
– El deporte es salud, me mantiene en forma. Me alegra que los niños me vean entrenando y se asombren que a mi edad sigo practicando, se motivan.
Nació en Medellín, en 1942. A los 11 días de vida quedó huérfano de padre y su mamá Gertrudis Gutiérrez se encargó de la crianza. Estudió hasta quinto de primaria. Debido a la ausencia del padre debió trabajar desde niño. Alquilaba una bicicleta, por 20 centavos la hora, para ayudarles a cargar los paquetes a las señoras que salían de la plaza de mercado. A cambio, recibía propinas y con lo recaudado se mantenía. Luego, trabajó como mensajero de una droguería. Era más rápido que los demás y así nació ese gusto por el ciclismo.
Estudió en la escuela Alfonso López. En la infancia vio la película ‘La flecha rota’. El protagonista era ‘Cochise’, el jefe indio apache, que no se dejaba de los blancos. Salió del teatro y empezó hablar del indígena en todo momento. Los amigos lo apodaron ‘Cochise’.
– Es que me parezco a ‘Cochise’ en lo aguerrido y en que no me dejo mangonear de nadie.
Le gustan los boleros de ‘Los Panchos’ y las rancheras de Vicente Fernández. Considera que su triunfo más significativo es la familia. Está casado hace 41 años con María Cristina Correa Restrepo, tiene tres hijos. Marcela (vive en Italia), Juan Esteban y Daniel. Trata de ser padre ejemplar y les da amor para que disfruten de esa figura que no tuvo.
Al deportista del siglo XX, todo el tiempo se le ve sonriente. Hace bromas, no es hombre de conflictos, prefiere solucionar los problemas con el diálogo. Lo hace feliz ver a los seres queridos contentos. Le molestan la violencia intrafamiliar y el maltrato animal. Lo saca de casillas la imprudencia de los conductores que con suficiente espacio en la vía pasan cerca de los ciclistas para hacerlos perder el equilibrio.
– Soy respetuoso. Siempre entreno por la derecha de la vía y eso les inculco a los pupilos. Algunos conductores no respetan a los deportistas.
La primera carrera fue en 1961. Desde esa época empezó a practicar el ciclismo y montado en bicicleta alcanzó los títulos de campeón mundial de la hora para aficionados, 1970, en Ciudad de México; campeón mundial de los 4000 metros persecución en Varese (Italia), en 1971; campeón sudamericano de los 4000 metros persecución en Medellín, en 1969; cuatro veces campeón de la vuelta a Colombia, 1963, 1964,1966 y 1967, y muchos otros que lo convierten en el mejor de los pedalistas de todos los tiempos.
El sueño frustrado fue no haber participado y ganado medalla en los Olímpicos de Munich, en 1972. Édgar Sénior, injustamente, lo hizo declarar profesional. Impidió la participación en los Juegos.
– Era un chivo expiatorio. Ese tipo no era administrativo, ni deportista, ni presidente de ninguna liga de ciclismo.
Esa experiencia dio origen a la frase popular, ‘en Colombia la gente se muere más de envidia que de cáncer’. Una vez, una niña le dijo al papá, “mire papi, ese señor tiene nombre de velódromo”. La pequeña se refería al escenario deportivo de Medellín que lleva su nombre como reconocimiento a los nacionales e internacionales.
Un día, buscó una curul en el Concejo de Medellín para el periodo 2004-2008. Agregó el apodo a la cédula de ciudadanía y lo oficializó como nombre propio. La explicación es sencilla, al que conocen es a Cochise, no a Martín Emilio. La diligencia en la Registraduría no se cumplió a tiempo y apareció en el tarjetón con el nombre de pila. La consecuencia, se quemó, no cumplió ese otro anhelo. De todas maneras, oficialmente, se llama Martín Emilio Cochise Rodríguez Gutiérrez.
Hace un comparativo del ciclismo de antes, el que practicó para defender los colores de Antioquia o del equipo al que perteneciera, con el de ahora, y califica al de décadas atrás como difícil. Las carreras se hacían por terreno destapado y los deportistas debían afrontar la geografía, pasar la bicicleta al hombro por quebradas y trochas, las vías eran caminos de herradura. En cambio, hoy las carreteras son pavimentadas.
En la lista de ciclistas que admira aparecen Luis Herrera, Rafael Antonio Niño, Fabio Parra, Oliverio Rincón, Santiago Botero, María Luisa Calle, Javier ‘El Ñato’ Suarez y Álvaro Pachón. Con ellos el ciclismo le dio muchos triunfos a Colombia. Mira hacia el futuro y le ve futuro, por eso invitó a la empresa privada y al Gobierno para que auspicien económicamente el deporte.
Cochise hace parte del programa Supérate, Sistema Nacional de Competencias Deportivas y Académicas en el que participan las regiones colombianas, bajo la dirección de la Presidencia de la República y Coldeportes. Ofrece charlas de motivación a niños y jóvenes, para que comiencen como deportistas.
Luis Alfonso Reátegui, al que llama cariñosamente ‘La rata’, lo convocó para venir a la tercera clásica internacional Reátegui Deportes, en la que participan ciclistas de la región y de Venezuela. En Cúcuta dejó la estampa del ser humano que siempre ha sido, del deportista que es y del campeón que nunca pasará al olvido.
– Me siento halagado y orgulloso de apoyar a mi compañero y amigo, y de motivar a jóvenes y niños para que practiquen deporte. Lo mejor del ciclismo es la integración.
JULIETH CANO
¡Vaya! Qué artículo tan precisó para la frase ” No se deja de pedalear cuando se envejece…. se envejece cuando se deja de pedalear.
Excelente motivación para los más peq quienes hoy son
¡Vaya! Qué artículo tan precisó para la frase ” No se deja de pedalear cuando se envejece…. se envejece cuando se deja de pedalear.
Excelente motivación para los más pequeños, hoy son niños mañana serán deportistas.