En cementerios del estado Táchira (Venezuela) podrían estar enterrados al menos 350 colombianos desaparecidos de manera forzada, cuyos cuerpos fueron abandonados por los victimarios en suelo venezolano.
Así se conoció durante el encuentro que sostuvieron en Cúcuta líderes de 35 organizaciones de víctimas de 20 municipios de Norte de Santander, que son los que presentan las mayores cifras de casos de desaparecidos de manera forzada en esta parte de Colombia.
En el departamento han se han denunciado 3242 casos de desaparecidos de manera forzada, entre enero de 1999 y noviembre de 2013, ante las autoridades judiciales, 1591 corresponden a Cúcuta, 250 a Villa del Rosarioy un número considerable a El Zulia, San Cayetano y Puerto Santander, municipios del Área Metropolitana, cuya sumatoria supera el 50 por ciento del registro departamental.
Lo anterior es más significativo toda vez que esos municipios conforman la zona más custodiada de la región, en donde está la mayoría del pie de fuerza, hacen vida las autoridades civiles, políticas y económicas, con el agravante que la desaparición forzada sigue a la orden del día.
El problema de la desaparición forzada ha castigado severamente a 35 de los 40 municipios de Norte de Santander. En 10, ha ocurrido el 90 por ciento de los casos (3017). Cúcuta es la más afectada. Siguen Tibú, Villa del Rosario, Ocaña, Los Patios, El Tarra, Sardinata, Puerto Santander, El Zulia y Convención.
Otra perla la constituye que en el 75 por ciento de esos casos la Fiscalía no tiene información, y no hay ningún caso esclarecido por fuera del proceso de Justicia y Paz.
Durante el encuentro convocado por la Fundación Progresar, la Comisión de Búsqueda de Personas Desaparecidas, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Red Territorial de Organizaciones de Víctimas de Norte de Santander, se hizo un diagnóstico del estado de la desaparición forzada en el departamento y se elaboró un documento que permita convocar, antes de que termine el 2013, a las autoridades locales, regionales y nacionales que tiene que ver con el tema para ponerlas al corriente de lo que sucede en la región fronteriza y proponerles la construcción de una mesa departamental de trabajo para la prevención de la desaparición forzada.
La condición de frontera y la permanencia de las bandas criminales, la insurgencia, el narcotráfico y las mafias dedicadas al contrabando de todo tipo de productos desde Venezuela, llevan a la desaparición forzada.
Específicamente, en el asunto de ‘Los Rastrojos’ y ‘Los Urabeños’, al igual que lo hacían los paramilitares del Bloque Catatumbo que azoló a Norte de Santander, ha sido una práctica recurrente la desaparición forzada en suelo colombiano, pero que para evadir la acción de la justicia y desviar las investigaciones llevan los cuerpos al otro lado del río táchira, en territorio venezolano, según se conoció.
La coordinadora nacional de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (Asfaddes), Gloria Luz Gómez Cortés, dijo que el encuentro permitió fortalecer el proceso de organización y formación de los líderes de la Red Territorial de Organizaciones de Víctimas de Norte de Santander.
Hizo énfasis en la preocupación que asiste a las organizaciones de carácter nacional y a la Comisión de Búsqueda de Personas Desaparecidas, de la que hace parte, por la situación del departamento, agravado por la condición fronteriza, donde se presume que los cuerpos de muchos desaparecidos y que hacen parte del registro nacional podrían estar enterrados en cementerios del estado Táchira, la mayoría en el cementerio central de San Cristóbal.
“Estos ejercicios permiten fortalecer las redes y, por supuesto, llamar la atención de las autoridades, para que se logre un compromiso real del gobierno colombiano en buscar con el gobierno venezolano, un mecanismo que permita hacer las exhumaciones y rescatar los cuerpos y devolverlos a las familias aplicando el ‘Protocolo de entrega digna de restos de personas desaparecidas’, así como los demás requerimientos para que las familias recobren a sus seres queridos”, dijo la representante de Asfaddes.
La situación de Norte de Santander es grave, porque, infortunadamente, siguen las desapariciones, en una región donde hay total impunidad en todos los casos y donde es palpable la falta de voluntad para buscar y rescatar a los desaparecidos.
La desaparición forzada nació como una modalidad represiva en los primeros años (década de los 70), luego como un mecanismo para generar terror y hoy es una forma de tener control y dominio sobre las comunidades, práctica ejecutada por agentes del Estado, paramilitares, bandas criminales, guerrilla, porque es el crimen perfecto y es lo que hace que sea utilizada por diferentes actores, según la dirigente.
Dijo que la Comisión de Búsqueda es la máxima autoridad en materia de desaparición forzada, que está integrada por Fiscalía, Procuraduría, Defensoría del Pueblo, Medicina Legal, Ministerio de Defensa y dos oenegés, entre las que está Asfaddes. Está comprometida en el proceso de formación de los servidores públicos para que no tengan disculpas a la hora de aplicar las herramientas existentes para encontrar a quienes un día se llevaron a la fuerza y siempre son esperados en casa.
FUNDACIÓN PROGRESAR