CÚCUTA.- Tres son las causas fundamentales de las amputaciones atendidas por el Centro de Rehabilitación, en Cúcuta. Primera, accidentes en motocicleta (90 por ciento); segunda, minas antipersonal (población rural), y tercera, diabetes (la minoría).
La mayoría de pacientes está conformada por hombres en etapa productiva que han sufrido choques en las vías cucuteñas al conducir motocicletas o viajar como acompañantes en este tipo de trasporte. Los pacientes neurológicos son hombres mayores.
El número de jóvenes y adultos, hombres y mujeres, que dejan los percances en moto supera por amplia mayoría a los lesionados por los artefactos explosivos enterrados en el campo para evitar la presencia de la tropa.
El Centro de rehabilitación fue creado, en 1993, como una entidad adscrita a la Gobernación. Diez años después, se trasformó en empresa social del Estado (2003). Funciona y debe rendir informes como un hospital independiente y el objeto principal es la atención de pacientes en etapa ambulatoria. No hay hospitalización. Es de categoría pública y recibe recursos mixtos.
El estimado de pacientes atendidos en 21 años de labores no se tiene. El registro del 2013, contiene atención a 2000 discapacitados, cifra considerada pequeña al compararse con el total de hombres y mujeres con problemas motrices o cerebrales, que suman 85.000 en Norte de Santander.
El presupuesto de funcionamiento se recibe de la Gobernación y en los últimos años ha bajado, a pesar de la importancia de la entidad. Para el impacto que genera el Centro, por la exclusividad, es pequeño. Algunas instituciones regionales contratan los servicios para la atención de población pobre no asegurada, con Sisben, pero no afiliada a institución alguna de salud.
La atención se presta a pacientes con discapacidad, de cualquier tipo, aunque priman la física o motriz y a niños con lesión cerebral. A partir de 2003, se abrió el taller de prótesis y órtesis, en el que se elaboran aparatos para amputados. La demanda llevó a crear un protocolo para víctimas de minas antipersonal. Después se amplió a cualquier otra causa.
El sostenimiento del Centro está fundamentado en los convenios suscritos entidades oficiales. La Gobernación y la Alcaldía han sido sustento firme. El Ejército, que aportaba buena cantidad de pacientes, retiró los contratos.
En el 2014, no se han formalizado convenios. Los firmados en años anteriores sirvieron para el fortalecimiento del taller y atención de amputados y niños y adultos con discapacidad. Se priorizan los pacientes que no tienen afiliación a entidades de salud, luego los de segundo grado, hasta cumplirse el tope del monto. Los pacientes están, hay que abrir espacios.
RAFAEL ANTONIO PABON
Foto: RUBÉN PAREDES
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