CÚCUTA.- El 31 de octubre, ‘Día de los Niños’, no podrá venderse licor en sitios y lugares donde tradicionalmente se congregan los pequeños, acompañados por adultos, para dar rienda suelta a la celebración. Así quedó definido en el Decreto 0679, emanado por la Alcaldía de Cúcuta.
La finalidad de la disposición es garantizar la seguridad del público que asista a los espacios públicos y proteger a niños y adolescentes. El consumo de licor deberá responsable por parte de los adultos que llevan a los hijos a lugares públicos.
En El Malecón, desde el puente San Rafael hasta el puente García Herreros, en los dos sentidos viales, Plaza de Banderas, parques Santander, Simón Bolívar, Colón, Mercedes Ábrego y Los Fundadores, y el Paseo Rojo y Negro, en la ciudadela Juan Atalaya se aplicará la norma.
La prohibición se extiende a los centros comerciales, Avenida Cero en sus dos sentidos viales y en los sitios que se utilicen para la concentración de niños y adolescentes.
La norma cobija a los negocios ubicados en los alrededores de las concentraciones de la celebración que expendan licor para el consumo en el sitio desde la 1:00 de la tarde hasta las 11:00 de la noche del 31 de octubre. El incumplimiento será sancionado por la Policía con cierre temporal del establecimiento hasta por siete días.
La Secretaría de Gobierno y Convivencia Ciudadana prepara el operativo especial. Después de las 11:00 de la noche, queda restringida la presencia de los menores en las calles sin la compañía de sus padres.
La Policía de Infancia y Adolescencia conducirá a los infractores al hogar de paso del barrio Comuneros, donde podrán ser recogidos por los padres o familiares.
El alcalde Donamaris Ramírez pidió a la red hospitalaria que se mantenga alerta y practique la desintoxicación de los menores que sean diagnosticados con altos niveles de consumo de alcohol o sustancias psicoactivas.
La administración municipal recomendó a los padres de familia planear la ruta con anticipación, el lugar de visita o concentración, elegir el trasporte, no consumir licor mientras están con los niños y acompañarlos a pedir dulces.