Consignadas las apremiantes necesidades en infraestructura vial y de servicios básicos, incentivos y estímulos que son indispensables para generar inversiones, originar empleos, capacitar y propender por la investigación e innovación en el proceso educativo –desde la escuela y el colegio hasta la universidad- dentro de planes, programas y proyectos convergentes hacia la acción asociativa y comprometida, que a su vez evalúe y proyecte lo concerniente al movimiento, circulación y tráfico de personas y mercaderías sobre las zonas que se delimiten como Áreas Fronterizas y, al mismo tiempo, se establezcan los mecanismos que den vida y vigor a los prospectos encaminados a concertar facilidades y auxiliares sobre empeños y gestiones de carácter trascendente en campos y actividades de desarrollo y progreso, que se determinen, Colombia y Venezuela, con la presencia y participación de sectores y núcleos representativos de lo institucional, político, económico y social, deberán velar por asegurar la confianza y la plena credibilidad y armonía en la estructuración y cumplimiento de lo que se estipule y dé validez y vigencia al proceso de acercamiento e integración de las zonas fronterizas
Destacamos y enfatizamos lo anterior, porque la esencia, fortaleza y vitalidad de lo que sea objeto de análisis, entendimiento y puesta en marcha en esta ocasión debe tener un pleno y cabal respaldo de entidades y personas representativas para que las políticas de Estado que rijan y reglamenten los acuerdos binacionales constituyan auténticos veneros de unidad y convergencia participativa. Por ello, cualquier temática o resquicio de carácter primario y por ello prioritario que surja o se estime de interés general deberá ser objeto de inmediata atención y puntualización.
Al señalar y destacar lo anterior, somos igualmente claros en advertir que para la seguridad y completa observancia de los anhelos de tranquilidad y paz ciudadana, tanto en las fajas territoriales fronterizas como en el resto del contexto soberano de cada Estado, es incuestionable que se adopten y establezcan por parte de los dos gobiernos y con los amparos y apoyos que sean menester, tanto en lo constitucional y jurisdiccional disposiciones de carácter legislativo, que den fundamento legal a la defensa de estos propósitos de unión y mancomunidad de intereses compartidos o conjuntos.
Para la gente de frontera, que ha ansiado y esperado hace muchos años, superar el excesivo centralismo y la complementaria marginalidad -para dar paso a transformantes, edificantes y enaltecedoras gestiones de mutuo beneficio y alcance internacional – estas acciones las ubican y proyectan como importantes motores y ejemplos sobre lo que debe y puede ser la verdadera integración entre los pueblos y la complementariedad, para utilidad general y ejemplo, ante el mundo.
El resultado y la dinamización de estos diligenciamientos dependerán también – y en gran medida – de los verdaderos y ejemplarizantes cambios que en actitudes y conductas asuman la gente de frontera y los poderes nacionales, regionales y circunvecinos.
JOSÉ NEIRA REY
Notas al margen