Contraluz.CO Sólo Periodismo
Artículos relacionados
CÚCUTA.- Desde niña, Estefanía Colmenares Hernández supo cuál sería su futuro profesional. En los tiempos libres llegaba al periódico cucuteño La Opinión, acompañaba a su abuelo Eustorgio Colmenares mientras cumplía las labores de director, se sentaba frente a la vieja máquina de escribir y garrapateaba letras.
“No sabía escribir ni nada. Me ponía a teclear letras y a jugar que era periodista. Iba, me metía a la sala de redacción y me acuerdo que veía a los periodistas trascribiendo y decía ‘quisiera ser así’. La verdad fue algo que siempre quise. Siempre me gustó”.
La hoy subdirectora del rotativo local conversó con estudiantes de comunicación social de la Universidad de Pamplona, en el Cread de Cúcuta, sobre aspectos de la carrera, la vida en el diario y las experiencias ganadas en el exterior.
Esta cucuteña afable, con cara de presentadora de televisión y heredera del matutino nortesantandereano, estudió comunicación social en la Universidad Javeriana (Bogotá), cursó una maestría en periodismo y nuevos medios en Barcelona (España) y adelantó la etapa de prácticas en El Tiempo (Bogotá).
A los 22 años, al término de la fase preparatoria, comenzó la carrera. Antes de asumir el cargo en la empresa familiar trabajó para otros medios nacionales e internacionales, y pasó por la oficina de prensa de la presidencia de la república.
A pesar del recuerdo infausto por el asesinato de su abuelo (13 de marzo de 1993), continuó adelante. Acumuló experiencia en otras ciudades para llegar a la subdirección de La Opinión. Remplazó en esa posición al ponderado Cicerón Flórez Moya.
La limpia sonrisa la hace ver joven y la cordialidad que muestra le sirve para ganarse el afecto de sus semejantes. Es sincera al hablar, aunque cuida las frases. El escenario no la intimida, a pesar de que se confiesa “mala para hablar en público”. Por el contrario, se siente parte del grupo.
¿Se veía especialmente para la prensa o para otros medios?
Siempre quise trabajar en un periódico. Me decían ‘usted tiene una cara bonita, por qué no se mete en televisión’. Cuando estuve en El Tiempo, obligadamente, teníamos que trabajar para City TV y me insistían en que me metiera a televisión. Pero no. Soy muy mala para hablar en público y las cámaras no me gustaban. Siempre quise la prensa escrita.
¿Usted cree que debería existir algún tipo de competencia para La Opinión?
Sin duda. Pienso que la competencia es buena. Sí, sí me parece que es necesario y es importante tener la competencia.
¿Cuál es el concepto que tiene del auge de los periódicos populares?
Me parece un tipo de periodismo cómodo, medianamente fácil de hacer y que le apuntó a algo que se dio cuenta que era una especie de mina de oro, en el sentido que cada vez es más la gente que quiere consumir ese tipo de información.
Los medios tradicionales tienen a desaparecer debido a la prensa digital ¿Existen algunas estrategias en La Opinión para evitar que esto suceda?
Sí. Aunque todavía no son notorias. Digamos que somos conscientes de la trasformación de las empresas periodísticas o de los periódicos como tal. Pensamos mucho en cómo enfrentar ese auge digital y esta realidad de la disminución de gente que quiera comprar periódicos, porque todas las noticias las ve por internet. Estamos en ese proceso.
¿Por qué los medios de comunicación se alían con la política?
Bueno, eso viene desde los inicios. Los periódicos nacieron básicamente por política, en la mayoría. Los medios son una manera de controlar el poder político, entonces de ahí viene esa relación.
MARCO JÚNIOR SÚA
Estudiante de Comunicación Social
Campus de Villa del Rosario
